El papa Francisco instó al presidente Rafael Correa a fomentar “el diálogo y la participación sin exclusiones”, a su llegada ayer a Ecuador, país sacudido desde hace un mes por manifestaciones a favor y en contra del gobierno izquierdista.
En el primer mensaje de su gira de ocho días que incluirá a Bolivia y Paraguay, Francisco aseguró que en el evangelio se pueden encontrar “las claves” para “afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones”.
El pontífice destacó que “los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos, poniendo una especial atención en nuestros hermanos más frágiles y en las minorías más vulnerables, que son la deuda que todavía toda América Latina tiene”.
En ese sentido, Francisco ofreció a Correa “el compromiso y la colaboración de la Iglesia para servir a este pueblo ecuatoriano que se ha puesto de pie con dignidad”.
PROTESTAS CONTRA CORREA
El mandatario, un confeso admirador del papa y quien se describe como cristiano humanista de izquierda, enfrenta desde el 8 de junio protestas frecuentes que exigen su salida del poder en rechazo a políticas de corte socialista, con las que su gobierno pretende redistribuir la riqueza a través de impuestos a los más ricos.
El más reciente pulso en las calles se produjo el jueves y derivó en choques entre opositores y policías que dejaron seis uniformados heridos.
De momento no están previstas manifestaciones durante la visita papal, que se extenderá hasta el miércoles, cuando Francisco viajará a Bolivia.
Las movilizaciones tuvieron como detonante iniciativas para elevar impuestos a las herencias y a la plusvalía, pero devinieron en una crítica generalizada al Gobierno.
En un intento por apaciguarlas antes de la visita de Francisco, Correa suspendió temporalmente el trámite legislativo de esos proyectos e invitó a un “gran debate nacional” sobre la redistribución de la riqueza.
TELEGRAMA A MADURO
También el papa Francisco abogó por la “convivencia pacífica” en Colombia y Venezuela, países afectados por un conflicto armado y problemas políticos y económicos, respectivamente.
En un telegrama enviado al presidente Nicolás Maduro, con ocasión de su sobrevuelo por territorio venezolano, el sumo pontífice dijo: “Pido al Señor abundantes gracias que le ayuden (al pueblo de Venezuela) a progresar cada día más en solidaridad y pacífica convivencia”.
También se dirigió al mandatario Juan Manuel Santos, a quien reiteró su cercanía y afecto por el pueblo colombiano, “para el que pido al Señor abundantes gracias que lo hagan progresar en los valores humanos y espirituales”.