Centenares de personas, entre familiares, amigos, personalidades del gobierno y medios de comunicación participan en la emotiva despedida a las tres víctimas de la masacre ejecutada por policías antidrogas, la noche del sábado 11 de julio.
Minutos antes de que partiera el cortejo fúnebre, la primera comisionada Aminta Granera, jefa de la Policía Nacional, se presentó al lugar. Saludó uno a uno a los familiares de las víctimas, quienes aprovecharon para clamar justicia y plantear sus dudas.
El hecho que el conductor del carro blanco, Milton Reyes, no se detuviera a la señal de oficiales no era justificación para que dispararan al carro de una familia desarmada, reconoció la jefa de facto de la Policía.
LA PRENSA preguntó a Granera si piensa que le permitirán enjuiciar a los oficiales, pues se afirma serán protegidos por el partido de gobierno. “Aquí todos los policías tenemos un solo mando, y estamos con las mismas reglas”, respondió Granera.
Milton Reyes, el padre de dos de los fallecidos, le pidió a Granera “hay que aclarar las cosas”, en clara alusión a la nota de hoy que dice que los policías dispararon porque no atendió la señal de alto de ellos, al tiempo que le planteó “su apoyo” hasta lo último.
Momentos antes el pastor evangélico, que elevó oraciones en memoria de las víctimas, demandó al presidente inconstitucional, Daniel Ortega y a la primera dama, Rosario Murillo, que “se de cuenta este caballero que necesitamos vivir en un país donde se haga justicia en todo, donde se viva, donde no haya censura, donde no haya nada de engaño”.
El pastor que dijo busca ganar almas para Cristo pidió a Ortega “que se arrepienta en el nombre de nuestro Señor Jesucristo… y a la señora Rosario también que se de cuenta que hay un Dios vivo que los está llamando al arrepentimiento, que sepan que Dios no tardará su justicia”.
PIDEN SU RENUNCIA
Antes este abuso de fuerza de la Policía, diversos grupos civiles han pedido la renuncia de la jefa de la Policía. Esta no es la primera vez, en esta nota publicada por LA PRENSA se explican los últimos abusos perpetrados por la autoridad.
Diversos periodistas preguntaron a Granera sobre la petición de su renuncia, a lo que respondió tajante “Yo no voy a renunciar”, pero prometió que sí habrá justicia.
En el momento de oración, los pastores pidieron resignación y fortaleza a la familia doliente y que se aplique justicia con los todos culpables.
Katherine Ramírez Delgadillo, de 22 años, y los hermanos Aura Marina y José Efraín Reyes Ramírez, de 12 y 11 años, respectivamente fallecieron producto de los disparos recibidos la noches el sábado, cuando regresaban en familia luego de asistir a un culto religioso.
Otros dos menores permanecen internados en hospitales de Managua: Miriam Natasha Guzmán Ramírez, de 5 años, y Axel Reyes Ramírez, de 13 años, quien es hermano de los dos niños fallecidos.
Además de Aminta Granera, otros empleados públicos y personalidades afines al FSLN se han hecho presentes, como el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno; la alcaldesa capitalina Daysi Torres, y el sacerdote Neguib Eslaquit.
El velorio se realizó en el barrio Augusto C. Sandino, del Hotel Las Colinas 3 cuadras al lago. Las víctimas serán sepultadas en el cementerio Jardines del Recuerdo.