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Los colores de la escritura

Los recuerdos me llevan a 1981, al II Festival Nacional de Teatro época en que se efectuaba la primera muestra de teatro revolucionario, así vi la obra

Los recuerdos me llevan a 1981, al II Festival Nacional de Teatro época en que se efectuaba la primera muestra de teatro revolucionario, así vi la obra Halcones fueron, halcones son, ese es el son , de Mauricio Rayo, donde actuó y dirigió.

Una obra con un lenguaje dramático muy particular, preocupado por cada elemento que debería de constituir la imagen teatral, que era para nosotros fundamental, en cuanto las obras se presentaban en espacios abiertos, y estábamos maravillados del Método de Creación Colectiva, que nos permitía comulgar con los espectadores.

En la actualidad, además de médico y catedrático de la UNAN-León, es un artista polifacético y consumado creador, donde su imaginación se posa en diferentes géneros, estilos y formas.

Es además coordinador del grupo literario Fragua, director de los Cuadernos Universitarios, poeta, pintor y narrador, que le han merecido premios y reconocimientos.

LAS SEDUCTORAS

Sus cuadros, una rara mezcla expresionista y surrealista, juegan con una geometría articulada del cuerpo humano, cuerpos desnudos, sin piel, sin rostros, huérfanos de emociones, sembrados en cada lienzo, en un infierno de colores fuertes, donde se pasean verdes tropicales, rojos intensos, amarillos oros.

Otras pinturas de mujeres con rostros perdidos en ellas mismas; inválidas soñando esperanzas. Las mujeres de Mauricio Rayo, nacen de sus pesadillas, de sus sueños, de sus viajes sin regreso hacia su yo interior.

Mujeres de un erotismo frío, casi metálico, en una áspera densidad de soledad y vacío interior.

En cambio, su mundo paisajista es distinto, es idílico de la arquitectura colonial de la ciudad de León.

En cada paisaje se presiente la melancolía, la nostalgia de una ciudad que lucha, desde su diseño colonial, con la postmodernidad, la globalización y la tecnología.

Óleos donde cada paisaje leonés, es como soñar despierto, donde los árboles bucólicos se mecen tibios por las tardes que iluminan las arquitecturas de las esquinas de las casas leonesas, de paredes gordas y líneas arquitectónicas de tejas y barro.

El mundo pictórico de Mauricio Rayo es rico en matices temáticos, que al igual que sus cuentos, nos sorprenden en un halo evidente de fuerza plástica donde color y luz se confunden, o se hacen los lienzos en una sola carne de dibujos, colores y texturas.

HISTORIAS DEL CUERPO

Divorciado del costumbrismo literario y concibiendo el cuento como un artificio, donde la palabra teje los conflictos de sus historias, a veces con madejas simbolistas o hilos que hilvanan lo absurdo con lo aparente cotidiano, que solo busca atrapar al lector.

Un ejemplo son sus historias alusivas a los órganos del cuerpo humano, conocimientos que le vienen de la Medicina.

Sus cuentos provocan y pellizcan al lector con una atmósfera absurda y de intenso sentido surrealista.

El cuento se prolonga más allá del cuento mismo, se anida en la mente de quienes los leen, por su imaginación y su fuerza reflexiva; pero sobre todo hay un juego de apariencias, un juego de espejos entre realidad y ficción.

La trama está dada en el dominio del lenguaje que conforma la voz narrativa, que se convierte a la vez en la realidad expresiva, producto de su yo fantástico, que desborda la realidad y ahoga la trama, la historia en un mundo absurdo asediado por los conflictos del ser humano.

POESÍA INTERIOR

Si en su cuentario pinta al ser humano con el color de la palabra en una perceptiva fantástica, cobijada por una sicología a veces muy dramática o teatral, con su poesía ocurre todo lo contrario, ya que nos recuerda a la poesía clásica española del renacimiento, podría ser con Fernando de Herrera, dos melancólico en su poema amatorio; Mauricio Rayo es más hiriente, más que la ausencia de la amada; es la pérdida total de ese amor.

Tanto en el soneto clásico de Fernando de Herrera, como en el poema moderno Desamor de Mauricio Rayo; se manifiestan igual estado emotivo en ambos poeta; ya que es un amor doloroso, insatisfecho, hiriente, platónico e idílico; donde la mujer como objeto amado, es ausente, fría y pérdida desde toda emoción del eros.

También juega con el lenguaje poético; en dos planos; el de la expresión y el del contenido. En el primer plano expresa desde su yo lírico la riqueza verbal expresiva y emotiva, pero a la vez construye desde el contenido un mundo fantástico, casi onírico, como sumergido en un sueño, donde se despierta en otro sueño, en un descender hasta el fin de las cosas, hasta el agotamiento mismo de la vida.

EN LOS CUENTOS

Los personajes de Mauricio Rayo se van haciendo a medida que se va narrando la historia, viven en una constante metamorfosis; pero sobre todo están creados por el autor para transgredir la realidad social; a veces con ironía, o el duro sarcasmo, otras veces con una descarnada carnavalización.

La pureza imaginativa de la trama está dada por la creación del personaje, que nunca permanece igual desde el inicio de la historia argumental.

Boletin Cultura Nicaragua

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