Un área de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido popularmente como “El Chipote”, es donde la Policía Nacional habría iniciado una remodelación, tal y como publicó LA PRENSA el pasado 28 de junio.
A criterio del director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, esto lo que denota únicamente “es un golpe de imagen”.
Y aunque en la publicación del 28 de junio el vocero policial, comisionado Fernando Borge, dijo desconocer que ejecuten algún tipo de obras en ese lugar, fuentes extraoficiales lo confirman.
Ayer LA PRENSA insistió en conocer más detalles sobre estas obras, pero no hubo respuesta de la Dirección de Relaciones Públicas.
No obstante, para los organismos de derechos humanos una remodelación de esas cárceles no basta.
LA PRENSA tuvo acceso a unas imágenes del interior de “El Chipote”, que indican que la Policía ejecuta obras en el sector correspondiente al área administrativa de ese local.
“Están tratando de maquillarla, presentarla con pintura nueva”, sostuvo Carrión quien recordó que desde el parque Sandino, donde hay una vista panorámica del lugar, se aprecian las mejoras que ejecuta esa institución en la parte administrativa del lugar.
Para Carrión, ese golpe de imagen no resuelve el fondo del problema, y considera que independiente como lo pinten o cualquier mejora que le hagan, no dejará de ser considerado como un centro de tortura, como ha sido conocido históricamente “lo siguen haciendo y lo seguirá haciendo, mientras funciones El Chipote”.
DEBE CERRARSE
El secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, coincide con Carrión al considerar que una remodelación de esas instalaciones no resuelve la demanda de cierre.
“El Chipote, bajo la administración de Auxilio Judicial, tiene que ser cerrado”, sostuvo Leiva Sánchez, quien recordó que esas instalaciones son reconocidas más que todo, por los señalamientos de tortura de los que son víctimas los presos que son remitidos a ese sitio.
“Este es un lugar que ha representado una oscuridad y un lugar donde se han violentado abiertamente los derechos humanos. Sobre las denuncias de tortura en El Chipote”, indicó Leiva, quien recuerda casos recientes conducidos a esas celdas, como el incidente de los detenidos por la masacre del 19 de julio hace un año y los campesinos de El Tule y Rivas, por protestar contra el proyecto del Canal Interoceánico.
TAMBIÉN DEPARTAMENTO DE ESTADO
Los señalamientos de tortura en cárceles del país, especialmente en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), más conocida como “El Chipote”, también fueron incluidos en el informe anual emitido a finales de mayo por el Departamento de Estado, de Estados Unidos.
02 transportistas de Mina Rosita, Triángulo Minero, es el último caso denunciado por familiares, de haber sido traslados a las celdas de “El Chipote”, después de participar en una protesta.
Han habido muertes
En mayo del presente año la Policía confirmó la muerte del detenido Francisco Javier Ponce en celdas de “El Chipote”. En esa ocasión las autoridades policiales alegaron que el reo se suicidó. Este hecho no convenció a los familiares del fallecido, quienes refirieron que no existían motivos para que este se quitara la vida. De acuerdo a la versión policial, el detenido se colgó de una rejilla del techo con una camisa manga larga. En ese entonces, los familiares dijeron que este no vestía esa camisa cuando lo arrestaron.
Preocupación de obispos
En mayo del 2014 el tema de las cárceles en particular de “El Chipote”, fue uno de los puntos que la Conferencia Episcopal de Nicaragua incorporó a los temas planteados al Gobierno.
En el mismo, los Obispos señalaron que “han aumentado situaciones y condiciones en donde se practica un trato inhumano cruel y degradante a ciudadanos nacionales y extranjeros, sobre todo en las cárceles de la Dirección de Auxilio Judicial conocida como “El Chipote”.
“Es necesario que el Gobierno establezca soluciones a corto plazo para evitar graves e irreparables daños a estas personas y erradicar de una vez por siempre esta lacra social”, dicen.
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