A menos de un mes de la fecha establecida para que se ejecute la pena de muerte contra el nicaragüense Bernardo Tercero, el presidente inconstitucional Daniel Ortega y el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, en cartas por separado, demandaron “clemencia” para este.
En una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Ortega le dice: “Concurro ante usted, por esta vía, para formularle de manera especial una petición de clemencia, en virtud de los poderes que le confiere la Constitución Política de su país en su carácter de presidente de esa gran nación”.
Tercero fue condenado a la pena de muerte después de que el 31 de marzo de 1997, junto con un cómplice, irrumpió en una lavandería con el propósito de ejecutar un atraco. Según las publicaciones que se han hecho sobre el caso, el nicaragüense entró en una pelea con un cliente del establecimiento, Robert Berger, al que le disparó. En este entonces Berger estaba acompañado de su hija de 3 años.
Una nota del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) señala que como parte del acompañamiento que han brindado desde Nicaragua al nicaragüense condenado en Texas, la presidenta y directora de ese organismo, Vilma Núñez, y Mauro Ampié, visitaron al cardenal Brenes para conversar sobre posibles acciones en defensa de la vida de Tercero.
El cardenal acogió con agrado la iniciativa y escribió la carta que el Cenidh dirigió a la defensa de Bernardo Tercero para que la haga llegar al gobernador, Greg Abbot.
En la misiva Brenes le dice a Abbot que le escribe a fin de “interceder y pedir clemencia ante el Estado de Texas para que se respete la vida de Bernardo”.
Para ello, el religioso invoca el quinto mandamiento “establecido en las leyes de nuestro Creador, no matarás”, para solicitar al gobernador de Texas que “sustituya la pena de muerte impuesta por otros medios existentes para restaurar el orden y la seguridad en busca del bien común, contribuyendo al mismo tiempo a la enmienda del culpable”.
Ortega, mientras tanto, le señala por su parte a Obama que en su calidad de presidente de Estados Unidos en casos muy especiales puede ejercer ese derecho humanitario a favor de un ciudadano sobre quien pende la pena capital, como en el caso del nicaragüense, cuya fecha fue fijada para el 26 de agosto por la justicia estadounidense.
La carta de Ortega fue escrita el 2 de julio y fue entregada hace pocos días por el embajador de Nicaragua, Francisco Campbell, al Departamento de Estado, explicó la vocera del Gobierno, Rosario Murillo.
CERTIFICAN LA EDAD
En la carta escrita por el presidente inconstitucional Daniel Ortega le explica al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que Tercero era muy joven cuando cometió el delito que se le imputa en ese país, adonde llegó en busca del sueño americano.
Ortega dice que la edad de Tercero “fue certificada por la agencia responsable en nuestro país para emitir los registros de nacimiento”.
“Por ello acudo a usted consciente y conocedor de su connotado humanismo, señor presidente, y sabiendo también que para el Derecho Consuetudinario de los Estados Unidos de América, por tratarse de un delito cometido por un menor, sería un castigo cruel e inusual en detrimento de la Carta Magna de los Estados Unidos”, dice Ortega.
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