Noel Amílcar Gallegos
Posiblemente en una semana se conozca la suerte de tres reconocidos pediatras del Hospital Humberto Alvarado Vásquez de Masaya, sobre quienes pende la cancelación de contrato laboral, impulsada por el director de dicho centro, Enrique Picado, por supuesto “incumplimiento de sus funciones”.
Los médicos se rehusaron a atender una cesárea en previsional del Minsa, argumentando que la paciente no era de urgencia, aduciendo también que cubrir la clínica privada no es de su competencia y que eso les podría acarrear problemas legales futuros, porque fueron contratados para atender el área pública.
Según el doctor Álvaro Leiva Sánchez, defensor de los galenos, el proceso administrativo estaba parcializado, por lo cual recurrieron a la protección judicial, demandando al Estado para que se suspenda la solicitud de despido y se proteja los derechos de los pediatras.
La procuradora Iveth Mendoza argumentó que por no atender a la paciente, los médicos cometieron una falta grave e incumplimiento al contrato laboral, “en el que dice que ellos deben de prestar sus situaciones laborales donde se encuentren, y sobre todo, cuando se les ha dado una orientación por parte de su superior jerárquico”.
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