Sin saber qué hacer y con pánico se encuentra Ernesto Velásquez, de 47 años, habitante de la comunidad Las Palmas Abajo, ubicada ocho kilómetros al noroeste del municipio de El Sauce, luego que en el interior de su vivienda se originó una grieta profunda en el suelo.
Producto de la actividad sísmica en El Sauce y Achuapa, León, se registran 166 viviendas en 22 comunidades con afectaciones importantes en infraestructura y cimientos.
Velásquez dijo que “uno de los sismos que se ha registrado en la zona provocó que la tierra se abriera, la tierra a cada rato tiembla y las casas están a punto de caerse, no sabemos qué hacer, si buscar otro lugar o quedarnos”, dijo.
Pobladores de al menos seis comunidades de El Sauce se han visto obligadas a dormir en las calles y patios por la gran cantidad de sismos registrados desde la semana pasada y que creen se originan en el cerro La Horqueta.
“Nunca había pasado esto, hasta ahora estamos viviendo esto y durmiendo en el campo, aguantando sereno, durmiendo en el suelo y los sismos se dan en la madrugada”, expresó Inés Velásquez Baquedano, de 78 años, habitante de la comunidad Las Palmas Abajo.
Producto de la actividad sísmica expertos de El Salvador y Cuba se mantienen en El Sauce investigando el origen de los sismos que se registran constantemente en la zona.
Bladimir Moreno, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba, dijo que llegaron a Nicaragua para tratar de investigar cuáles son las causas y localizar el origen de los sismos.
“Tratar de localizar si es una falla o qué está causando estos terremotos, por eso es necesario ubicar muy bien el epicentro de los terremotos y tratar de instalar nuevos equipos cercanos a la actividad sísmica y tener mayor precisión con las fallas que está generando este tipo de actividad”, dijo Moreno.
Moreno agregó que también van a investigar las génesis de las fuentes sísmicas, es decir, cuál es la dirección de rupturas de las fuentes.
“Ya nos enteramos que en 1980 había pasado esto con sismicidad más baja, no hay un terremoto principal que separe al resto de los sismos, son enjambres”, expresó Moreno.
DAÑOS EN VIVIENDAS
Las viviendas de la comunidad de Río Grande, ubicada a 12 kilómetros al norte del municipio de El Sauce, en León, son las más perjudicadas por los sismos. De igual manera Las Palmas, Las Pilas, entre otras.
Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, informó ayer en medios oficialistas que especialistas de la Alcaldía de Managua y del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur) recorrieron 22 comunidades para realizar valoraciones estructurales en 524 viviendas.
Como resultado obtuvieron que 166 tienen afectaciones importantes en infraestructura y cimientos, por lo que “se recomienda su demolición y construcción nueva”.
Asimismo registraron 358 viviendas con daños parciales en estructura de techos y paredes, por lo que aplican para una reconstrucción parcial.
Murillo aseguró que preliminarmente están hablando de unas seiscientas familias con afectaciones por la actividad sísmica en la zona.
CONSTRUCCIONES DE EMERGENCIA
Debido a la situación, las familias más afectadas recibieron ayer materiales de construcción, cada familia recibió nueve láminas de zinc de 12 pies, 14 plycem y 30 alfajías.
También hay cinco refugios activados ante una eventualidad mayor en el municipio de El Sauce.
Mientras que, para las construcciones futuras, Murillo aseguró que están realizando estudios en la zona para construir con adobe reforzado, con geomalla, “de manera que tengamos el mismo diseño, que tengamos la misma cultura de las familias de esa zona; la manera de vivir que ellos tienen, aplicando los mismos materiales, pero haciendo una buena construcción antisísmica”, afirmó.
CANTIDAD DE SISMOS
Desde la semana pasada hasta el mediodía de ayer, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) ha registrado 197 sismos con magnitudes que rondan los 2 y 3 grados en la escala de Richter. No obstante, según explicó Ineter en días pasados, esta actividad sísmica inició el 4 de agosto y ha experimentado períodos de cese.
Por la baja magnitud de los sismos Ineter ha tenido que instalar dos estaciones sísmicas en lugares cercanos adonde se ha estado produciendo la actividad sísmica para tener una mejor localización de los sismos que puedan ocurrir más adelante.
En un primer momento Ineter definió la ocurrencia de estos sismos como un “período de recurrencia”.