La sequía que enfrenta el país actualmente representa un “golpe de gracia” a los ya deteriorados ríos, lagos y lagunas que tiene el país y que forman las cuencas hídricas. No obstante, para Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos, esta situación es reversible si se aplica la Ley General de Aguas Nacionales (Ley 620).
La Ley 620 tiene siete años de haber sido aprobada y hasta ahora “seguimos sin presenciar que se obtenga el objetivo buscado como es: el plan hídrico nacional, el cual debía contar con el presupuesto de agua de la nación. Igual que el presupuesto económico del país, el presupuesto hídrico consiste en asignar usos al agua en los territorios de una forma mucho más allá que las simples concesiones que se están haciendo a interesados”.
Si bien el fenómeno de El Niño, que está generando la sequía en el país, no se puede controlar y tiene su origen en la naturaleza, según Montenegro Guillén, en Nicaragua se podría “hacer mucho” para adaptarnos a la falta de lluvia.
“La mejor forma de adaptación que tenemos está prevista en la Ley 620, que es la gestión integrada de los recursos hídricos, porque aunque es una ley sobre aguas, la gestión integrada de recursos hídricos no solo trata del aprovechamiento y gestión de agua, sino también como una necesidad que pasa por el ordenamiento de los suelos, por el combate a la erosión, por la restauración de los bosques”, explicó Montenegro Guillén.
Sin embargo, después de siete años, los planes para las 21 cuencas hídricas que existen en el país siguen sin crearse, tampoco existen los presupuestos de gastos, que implica saber cuánta agua está disponible y cómo se asignan los volúmenes, tanto para la naturaleza como para los diferentes usos que el hombre le puede dar.
“Si no existen esos planes de gestión de cuenca, si no tienen objetivos definidos claramente establecidos vamos a seguirnos quejando que el deterioro por erosión, mal uso de suelo, por deforestación, por falta de control de torrentes, obligando a que se siga un curso de dejar hacer y dejar pasar”, apuntó Montenegro Guillén.
RIEGO PARA NO PERDER COSECHAS
Para el diputado sandinista y miembro de la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto en la Asamblea Nacional, Douglas Alemán, es necesario que ante la falta de lluvias se considere la disponibilidad de créditos para la instalación de un sistema de riego.
“Es necesario que este considere la particularidad de algunos cultivos para que sea más acertado y que los productores no pierdan”, enfatizó Alemán.
Alemán reconoció un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), que plantea que al menos el cincuenta por ciento del área total sembrada de granos básicos en el subciclo de primera sufrió daños por causa de la sequía; y en las regiones más afectadas la pérdida de las cosechas fue total.
“Pero el Gobierno consciente de ello ha enviado paquetes alimenticios para que esa gente siga adelante y se les garantice la seguridad alimentaria”, mencionó el diputado, quien agregó que desde la semana pasada enviaron una carta al despacho de la Presidencia para que sea tomada en cuenta la necesidad de los productores del Corredor Seco, que son los que más afectados se han visto.
Sobre una posible afectación en las exportaciones de productos tradicionales, el diputado Wálmaro Gutiérrez aseguró que es muy prematuro decir si habrá o no afectaciones.
95 por ciento de la cosecha de maíz y frijoles durante el periodo de siembra de primera se perdió por la falta de lluvia en el occidente del país, según un informe del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
ESTIMAN IMPORTAR
Se prevé que para el ciclo agrícola (2015-2016) podría ser necesaria la importación adicional de unas 85,000 toneladas de alimentos, para mantener el consumo per cápita promedio, volumen que se podría incrementar si las condiciones climáticas empeoran.
Wálmaro Gutiérrez, presidente de la comisión económica, dijo que como Gobierno no han estado al margen del fenómeno que aqueja a la producción nacional e insistió que se ha llevado paquetes alimenticios a las familias. “Pero lo más importante no es solo que llevamos el alimento, sino que los acompañamos en este momento de vulnerabilidad”, manifestó Gutiérrez.
NÚMEROS DEL BANCO CENTRAL
El ajuste a la baja de la meta de crecimiento realizado recientemente por el Banco Central de Nicaragua (BCN) compensará, entre otras deficiencias, el efecto que provocará la sequía en la producción agropecuaria. La meta inicial de crecimiento establecida por el Gobierno para el 2015 fue de entre 4.5 y 5 por ciento. Sin embargo, a inicios de agosto la redujo a entre 4.3 y 4.8 por ciento.
Acción que según el titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), Iván Acosta, compensará los efectos de la sequía. “El Banco Central ya publicó la nueva meta en base a la información general del desempeño de la economía”, dijo Acosta ayer después de presentar la propuesta de reforma al Presupuesto General de la República 2015.
(Colaboración de Lucydalia Baca).