La Iglesia católica, a través de Cáritas de Nicaragua, se reúne en la Conferencia Episcopal de Nicaragua con directores de las Cáritas diocesanas de todo el país y la Cooperación Española, con el objetivo de analizar el impacto provocado por la sequía.
Monseñor Carlos Herrera, presidente de Cáritas de Nicaragua, llamó al gobierno central a no ignorar las consecuencias de la sequía, que de acuerdo a datos de la Iglesia, son más de 60,000 personas afectadas en la Zona Seca.
“Esta es una realidad que se vive y el gobierno no puede seguirla ignorando. Nuestro llamado es atender con urgencia la Zona Seca del país, donde miles de familias están siendo afectadas”, dijo monseñor Herrera.
Por otro lado, el padre Uriel Vallejos, director nacional de Cáritas de Nicaragua, insistió en hacer el llamado al gobierno para que de forma urgente atienda las afectaciones generadas por la sequía.
“Estados haciendo un llamado de emergencia para que el gobierno atienda a las miles de familias del corredor seco, que están sufriendo hambre producto de la sequía”, detalló el clérigo.
En el encuentro están presentes funcionarios de Cáritas de España, quienes aseguran que tienen la disponibilidad y los recursos para apoyar a los damnificados por la sequía.
Ana Cristina García, coordinadora de la Unidad Territorial para América Latina de Cáritas España, expresó a LA PRENSA que ya se encuentra el el país un equipo de esa institución caritativa y que visitará in situ los lugares afectados del Corredor Seco.
García dijo que esperan un informe detallado de Cáritas de Nicaragua del impacto de la sequía, dado que la institución española está dispuesta a brindar cooperación a Cáritas para poder asistir a las víctimas de la sequía.
Monseñor Herrera explicó que trabajan una carta que harán llegar al gobierno para que se decrete estado de emergencia en el Corredor Seco.