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Banca nica lejos de reglas externas

¿Está preparada la banca nicaragüense para afrontar una abrupta devaluación del córdoba? ¿Qué pasaría en la banca si el Producto Interno Bruto se estanca? ¿Cómo reaccionaría la banca frente a una salida masiva de ahorros? , ¿o si la crisis de mora que afrontaron las instituciones de microfinanzas ocurriera en la banca?

¿Está preparada la banca nicaragüense para afrontar una abrupta devaluación del córdoba? ¿Qué pasaría en la banca si el Producto Interno Bruto se estanca? ¿Cómo reaccionaría la banca frente a una salida masiva de ahorros? , ¿o si la crisis de mora que afrontaron las instituciones de microfinanzas ocurriera en la banca?

Para afrontar situaciones como la antes descritas a nivel internacional el Comité de Basilea —que reúne a las autoridades de supervisión bancaria a nivel mundial y cuya sede está en Suiza— desde 1988 viene emitiendo recomendaciones, que si bien no tienen carácter de ley, ayudan a minimizar cualquier riesgo de crisis en los sistemas financieros de los países.

A medida que han surgido recomendaciones basadas en la experiencia internacional, estas se han ido fortaleciendo y agrupando en lo que hoy se conoce como Basilea I (1988), luego Basilea II (1999) y finalmente Basilea III (2010).

Nicaragua no tiene gran avance en el cumplimiento de estas normas. LA PRENSA llamó en reiteradas ocasiones y en distintos días al superintendente de Bancos y Otras Instituciones Financieras, Víctor Urcuyo, y al presidente de la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua, Juan Carlos Argüello, para conocer su versión sobre los resultados del monitoreo al respecto de la calificadora Fitch Ratings, pero no respondieron sus celulares.

Karol Rojas, gerente de la división de riesgo empresarial de Deloitte, explica que la implementación de las recomendaciones “queda a criterio de las legislaciones de cada país o entidad, adoptar dichas recomendaciones como regulación, norma, acuerdo o política interna de acatamiento obligatorio para el sector financiero”.

No obstante, señala que adoptar estas buenas prácticas financieras en países como Nicaragua le ayudaría a fortalecer los controles para prevenir “el lavado de activos y financiamiento al terrorismo, minimizando el riesgo que una entidad financiera sea utilizada para el ingreso de dinero ilícito”.

También garantiza estabilidad en el patrimonio de las instituciones bancarias en caso que ocurra, por ejemplo, “cambios inesperados en las tasas de interés que puedan afectar créditos e inversiones, pérdidas considerables en instrumentos financieros, devaluación en el precio de los activos”, entre otros.

Además crea confianza entre los inversionistas y prestamistas de las instituciones. “Un sistema financiero que trabaje bajo un régimen de administración de riesgo es más atractivo para los diferentes mercados nacionales e internacionales”, sostiene.

POCO AVANCE

A la luz de estas explicaciones, ¿cómo está Nicaragua en la adopción de esas recomendaciones internacionales? Un monitoreo realizado por la calificadora de riesgos Fitch Ratings es contundente: Nicaragua es de las naciones en América Latina que menos ha avanzado en la implementación de Basilea I, II y III. De hecho, Nicaragua es el único país en Centroamérica y el segundo en América Latina que no adoptó las principios de Basilea I, relacionados con buenas prácticas para reducir el riesgo crediticio.

En el caso de Basilea II, mientras Costa Rica, El Salvador, Panamá y Nicaragua son los que han implementado total o parcialmente esos principios, Honduras y Guatemala tienen cero avance. Este segundo paquete de buenas prácticas está relacionado con la legislación y regulación bancaria, donde se establecen los requerimientos de capital necesarios de las entidades bancarias para hacer frente a riesgos financieros y operativos.

En este sentido, el economista Néstor Avendaño confirma que Nicaragua ha avanzado principalmente en la implementación de Basilea II, inclusive con exigencias más drásticas. Por ejemplo, mientras en Basilea II (relacionado con las normas de adecuación de capital para hacer frente a crisis) se pide ocho por ciento, en Nicaragua se estableció en diez por ciento del capital accionario.

Igualmente menciona que en Nicaragua ya se regularon los préstamos correlacionados, es decir aquellos que contratan los “funcionarios del banco, los familiares de los funcionarios de los bancos, todo eso ya está bien normado”, explica el economista.

“Creo que han habido avances en la implementación de estos principios, pero algo en lo que sí comparto es que el caso de Basilea III el avance es casi nulo”, afirma Avendaño.

René Medrano, director senior de esa agencia calificadora de riesgos para Centroamérica y Panamá, sostiene, no obstante, en declaraciones de LA PRENSA “que no debe entenderse que los países que no han adoptado Basilea tengan un marco regulatorio débil. En algunos aspectos las regulaciones locales pueden ser más estrictas”.

“Las recomendaciones de Basilea son importantes en tanto pueden contribuir a fortalecer el marco regulatorio en el cual operan los bancos. Pero pienso que lo importante es que los países mantengan actualizado su marco normativo y en Basilea pueden encontrar las prácticas vigentes de la industria y, a la luz de ellas, fortalecer el marco regulatorio local”, agrega.

No obstante, en su monitoreo, donde destacan a Brasil y México de estar a la vanguardia en la implementación de estos principios internacionales, Fitch alerta de que muchos de los países en la región continúan “operando bajo marcos más antiguos”.

La especialista de Deloitte recuerda que “la no implementación de una administración basada en riesgos o una incorrecta administración de riesgos puede generar pérdidas económicas y hasta el cierre de operaciones de una entidad, la cual  está obligada a conocer (que) está expuesta en su giro de negocio y las pérdidas que pudieran tener por situaciones no controladas”.

RIESGO EXTERNO

El hecho de no adoptar en su totalidad los principios de Basilea, ¿podría afectar la relación de la banca nicaragüense con sus acreedores internacionales? “Pienso que no. Sin embargo, los acreedores internacionales estarán más familiarizados con Basilea que con cualquier regulación local. Y, en ese sentido, pueden llegar a sentirse más cómodos con los países que adoptan estas reglas”, responde Medrano.

No obstante, Avendaño recuerda que la deuda de los bancos comerciales locales con acreedores financieros internacionales es baja, y muestra de ellos es que resulta “mucho más importante los depósitos en dólares que tienen los bancos que el apalancamiento de capital externo”.

Sin embargo, “creo que para un mejor desarrollo de la banca, los bancos deben acelerar el paso en cuanto a la implementación de Basilea”.

PRUEBAS DE ESTRÉS OCULTAS

Pero más allá de la implementación de estas normas, lo que más preocupa a Avendaño es que en Nicaragua no se conozca cuán preparados están los bancos para eventuales crisis. Y el problema es que, según Avendaño, aunque el Banco Central de Nicaragua aplica pruebas de estrés a los bancos, hasta hoy se desconocen los resultados.

“¿Por qué (los resultados de esas pruebas de estrés) se manejan como secreto, cuando en todos los países del mundo donde se hacen estas pruebas se publica cómo está la situación de cada banco?”, cuestiona el economista, lo que a su criterio levanta dudas sobre si los bancos son capaces de soportar una crisis.

“O sea, cuestiones que son públicas en economías avanzadas y en desarrollo, aquí en Nicaragua eso es un secreto, aquí en Nicaragua todo es secreto ahora. Estas son incertidumbres que deterioran el pensamiento de las personas en cuanto a los bancos”, enfatiza.

MÁS RIESGOS QUE SE PUEDEN DETECTAR

Karol Rojas, gerente de la división de riesgo empresarial de Deloitte, sostuvo que si bien el riesgo de cada entidad está relacionado con los objetivos de cada una; sin embargo en el sector financiero se pueden identificar parte de los siguientes riesgos a partir de las prácticas de Basilea:

“Riesgo de fallas en la infraestructura tecnológica; riesgo de reputación por diferentes razones a lo interno o externo; riesgos legales en temas de litigios o incumplimiento de leyes, acuerdos, reglamentos, entre otros; riesgo de crédito, que los clientes dejen de pagar afectando la liquidez; riesgos que pueden afectar la liquidez de una entidad; riesgos que pueden perjudicar la continuidad del negocio, entre otros”, enumera.

Boletin Economía

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Se acuerdan de quella devaluacion a principio de los 80, Bueno apunten este dia, y la hora. ….Volveremos a tener algo asi parecido de la devaluacion del Cordoba, y eso si va a ser, duro golpe. para la Economia Nacional. Apuntenlo….

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