Cada vez que alguien de la familia o nosotros mismos nos enfermamos uno de los sitios al que siempre recurrimos es a la farmacia, donde nos encontramos cara a cara con un regente o farmacéutico. En la mayoría de los casos no se presta atención de la importancia que tiene un farmacéutico cuando se necesita de asesoría.
Cristina Pineda López es química farmacéutica, quien actualmente labora en una reconocida farmacia de Managua. Esta señala que en una farmacia labora un regente y un auxiliar, el primero cuenta con preparación académica y el segundo tiene conocimientos empíricos.
“Tanto el farmacéutico como el auxiliar deben tener los conocimientos necesarios basado en lo científico. Es muy importante que se le dé siempre seguimiento al auxiliar ya que el regente es del máximo conocimiento, no está todo el tiempo en la farmacia, y por ello el auxiliar debe dominar ciertas cosas esenciales”, explica Pineda.
Muchas veces una persona le consulta al farmacéutico sobre qué medicamento tomar, no obstante la Ley 292, Ley de Medicamentos y Farmacias señala que un regenten puede sugerir, pero no prescribir medicamentos.
La misma ley define al regente como “el profesional que asume la dirección técnica y científica de un establecimiento farmacéutico, respondiendo por la identidad, eficacia, pureza y seguridad de los productos farmacéuticos o de las operaciones realizadas en el laboratorio respectivo”.
CONOCIMIENTOS
“El regente farmacéutico puede recomendar un producto sustituto, igual al producto que está trayendo, porque recordemos que existen de un mismo producto farmacológicos varias marcas comerciales. El farmacéutico tiene la potestad de cambiar el producto ético siempre y cuando el activo o la sustancia farmacológicas sean las mismas”, explica la regente.
Una gran mayoría de las personas que laboran en una farmacia son auxiliares, dice Pineda, que aprenden en la práctica, pero siempre están bajo el asesoramiento de un farmacéutico.
DE CUIDADO
Hay dos tipos de medicamentos que se comercializan en una farmacia, los de venta libre y aquellos de venta controlada, estos últimos el regente no los puede comercializar sin prescripción médica.
Las farmacias entregan un reporte mensual al Sistema de Atención Integral de Salud (Silais) sobre la entrada y salida de cada producto, ya sea estupefaciente o psicotrópicos.
Ver en la versión impresa las páginas: 5 B