“Más de veinte horas estuve en la emergencia de un hospital porque se me subió muy alta la presión arterial, los médicos dijeron que tuve una Crisis Hipertensiva (CH) y que mi vida corrió peligro. ¿Por qué me pasó esto siendo sano y cómo lo evito?” El 30 por ciento de nuestra población está afectada de hipertensión arterial o “presión alta” (PA), esto quiere decir que sus cifras tensionales son de 140/90 milímetros de mercurio (mmHG) y en su inmensa mayoría es de causa desconocida.
La PA tiene un componente sistólico o máxima (140) y otra diastólica o mínima (90). Como no produce síntomas (asesino silencioso) las personas desconocen que la padecen hasta que un mal día presentan gravedad o complicación y son llevados a sala de emergencia hospitalaria, como le pasó a usted.
Las CH ocurren cuando la PA presenta elevaciones de 210/120 y son de dos tipos: las Emergencias hipertensivas (EH). Son las más graves porque pueden afectar el cerebro, corazón, pulmones y riñones y poner en peligro la vida. En cambio las Urgencias Hipertensivas (UH) se caracterizan porque las cifras de PA se elevan como una CH más, sin provocar daño en órganos blancos señalados.
Usted no sabía que era hipertenso y desencadenó una CH, pero también vemos esta situación en personas que sabiendo que son de presión alta abandonan el tratamiento. Incluso hay pacientes que suspenden un tipo especial de medicamento que no se puede suspender bruscamente, porque pareciera castigar a quien lo hace produciéndole una CH.
Otras causas: presencia de tumores como feocromocitoma, embarazo complicado, hipertensión reno-vascular, glomerulonefritis aguda y consumo de drogas tipo anfetaminas o cocaína, entre otras.
Lo más importante es saber si usted es hipertenso y controlar su padecimiento: debe tener PA óptima en 120/80.
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