Todo un imperio subterráneo se construirá en México y la primera “piedra” ya está puesta. Se trata de varios proyectos de “rascasuelos”, como la plaza Garden Santa Fe, que cuenta con un acuario gigante propiedad del millonario latinoamericano Carlos Slim. El sitio conserva en la superficie un parque con jardines y árboles, pero hacia abajo existen 65 mil metros cuadrados de construcción en seis niveles: dos para comercios y el resto para automóviles. Otra estructura planea construirse bajo el Zócalo de la capital, y consiste en un complejo de 65 pisos subterráneos con oficinas, viviendas y negocios. El proyecto fue desarrollado por la firma constructora Arquitectoma, que utilizó técnicas para evitar deslaves y desastres. Construir hacia abajo podría ser una alternativa para el crecimiento de las ciudades más grandes del mundo.
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