La tarde del pasado miércoles 3 de mayo fue tranquila pero un poco calurosa. Edén Pastora se sentó a agarrar fresco en una silla mecedora en el porche de su casa, cerca de Montoya. Afuera, en la acera y armados con fusiles AK, dos policías custodian la vivienda caminando de un lado a otro. Cerca de las 3:00 de la tarde, Pastora se quedó dormido en la mecedora.
Son 80 años de edad los que Pastora cerró el pasado 22 de enero. De joven estudió Medicina pero no logró graduarse porque abandonó los estudios para meterse a la guerrilla en contra de la dictadura somocista. En los años ochenta, con los sandinistas en el poder y siendo él una de las principales figuras de ese movimiento guerrillero, nuevamente se fue a la montaña para pelear contra sus antiguos compañeros.
Ahora tiene el pelo cano. Desde hace aproximadamente 20 años sufre de diabetes. Su esposa, Yolanda Torres, con quien tiene 52 años de casados, es quien le ayuda a mantener el nivel de azúcar dentro de lo normal. Pero cuando Pastora se va por una semana a Río San Juan, donde desde el 2008 dirige obras de dragado en el río, el azúcar se le dispara. Cuando regresa a Managua son los pleitos con su esposa, quien le inyecta insulina y hace de todo para que Pastora tenga nuevamente el azúcar controlado.
La casa donde vive Pastora es grande. En el lado izquierdo del porche hay un juego de sillas mecedoras con una mesita. En el lado derecho hay dos autos de lujo: el primero es un Alfa Romeo convertible, color rojo, placas M 217 981, año 1962, de cuatro cilindros y que usa gasolina como combustible. El otro vehículo es un deportivo BMW Z4, color negro, año 2003, pero Pastora asegura que no es de él sino de un amigo.
El Alfa Romeo sí es de él y Pastora asegura que lo adquirió en un viaje que hizo a Houston, Texas. El carro era de un amigo de Pastora, quien no se lo quiso vender porque el cantante Elvis Presley lo había utilizado durante la filmación de un documental. Pero cuando Pastora se estaba despidiendo de él, su amigo le dijo: “Este carro no lo vendo, pero a vos te lo regalo si te lo llevas ya”. Pastora lo tomó inmediatamente, le hizo mejoras y ahora dice que sale a pasear en el vehículo por las calles de Managua.
En realidad, el vehículo en el que se moviliza Pastora es una camioneta Toyota Land Cruiser Prado. La camioneta tampoco es de él y para demostrarlo enseña la circulación que cita: “Propietario: Alianza Partido Frente Sandinista de Liberación Nacional”.
Alma en venta
Desde 1981, cuando Edén Pastora renunció a comandante guerrillero de la revolución sandinista, un nivel inferior al de los nueve comandantes que integraban la Dirección Nacional del FSLN, y se fue al exilio, muy pocas veces se había encontrado con Daniel Ortega Saavedra.
Ortega lo visitó brevemente en 1996 cuando Pastora estaba en huelga de hambre, porque quería ser candidato presidencial pero el poder electoral lo inhibió por problemas relacionados con su ciudadanía costarricense.
En los años ochenta Pastora había luchado contra los sandinistas desde el sur, en la zona del río San Juan. En 1991 regresó a Nicaragua. A finales de los noventa compró un camión y llevaba a vender a Costa Rica varios productos, entre ellos puertas, ladrillo cuarterón, palma, teja, entre otros. Pero a inicios del 2000 su situación económica era crítica.
“Tengo en venta un lote de joyas históricas (un reloj marca Rolex, dos anillos del mismo estilo con siete brillantes y un cordón de oro). Asimismo, vendo copiadora Risso con todos sus complementos ideal para montar una impresora. También vendo un león africano casero de siete meses de nacido. Si es cierto que el diablo existe, díganle que también le vendo el alma”, mandó a publicar Edén Pastora en los clasificados de El Nuevo Diario. Pero nadie le compró nada.
En 2008, por medio de Jorge Guerrero, “El Cuervo”, Ortega mandó a llamar a Pastora a la Secretaría del FSLN y restablecieron relaciones. Tiempo después Ortega le preguntó cómo estaba la zona del río San Juan.
“‘Siempre vos has hablado de la necesidad del dragado del río San Juan, explícame eso’, me dijo Daniel. Yo le dije que esa era tierra olvidada, que era como una provincia de Costa Rica. Se habla costarricense, sí ‘guevón’, no ‘guevón’, qué es la vara, qué mae (imita el hablado costarricense). Circula el colón (tico), no circula el córdoba. Los niños van a escuela costarricense, todo llega de Costa Rica. Daniel estaba atento, con los ojos pelados, me estaba oyendo y viviendo el momento, pero la culminación es cuando le digo, cuando vos estés muerto y yo esté muerto, tus tataranietos, mis tataranietos van a decir: Greytown era de Nicaragua, San Juan del Norte era de Nicaragua, si la situación sigue así. Entonces Daniel golpea la mesa y me dijo: ‘Andá dragá esa mierda ya’”, relata Pastora con seriedad.
Un millón 200 mil dólares fue el primer monto que Edén recibió para conseguir la primera draga y desde el 2010 está al frente de ese proyecto. Dice que de todo rinde cuentas.
El dragado le ha costado al país varios millones de córdobas, conflictos con Costa Rica y una sentencia de la Corte Internacional de Justicia que le ordena indemnizar al país daños ambientales a Costa Rica.
Sin embargo, Edén Pastora dice que ha habido problemas con el dragado “porque todo lo que tiene tuercas y tornillos se descompone, se compone y se vuelve a descomponer”. “He tenido problemas porque la obra es titánica”, alega.
Pastora refuta a aquellos que piden que sea él quien pague lo que ordena la sentencia de la CIJ. “Yo soy funcionario, yo soy mandado”, dice.
“Nos ganaron (en la CIJ) porque la defensa (de Nicaragua) no fue cerrada. No supieron argumentar”, explica, añadiendo que no ha hablado del tema con Daniel Ortega.
La diferencia con los de Nica Act
Edén Pastora ha criticado fuertemente al grupo de nicaragüenses que ha ido a Estados Unidos a impulsar la Nica Act, para que haya presión en Nicaragua y se restablezca la democracia en el país. Edén ha hablado de fundar un movimiento en contra de estas personas, una iniciativa que asegura ha salido de él y no la ha platicado con Daniel Ortega. Pero Edén también fue a buscar apoyo a Estados Unidos en los años ochenta. “La diferencia con los de Nica Act es que yo fui a hablar con el amo de ellos y ellos van a hablar con su amo. Yo fui con la mentalidad de que voy a hablar con un imperio, y a manejarme desde mis posiciones nacionalistas sandinistas con el imperio”, explica.
La infidelidad de pastora
Cuando Yolanda Torres Jirón conoció a Edén Pastora, inmediatamente se dio cuenta que era un hombre muy pícaro y astuto. “Él ha sido bien chispa. Y a mí me daba miedo eso, de caer en sus redes y fue lo que finalmente sucedió”, relata Torres. Unieron sus vidas hace 52 años.
La primera esposa de Edén fue la mexicana Desira Lamas. Vivieron tres años pero ella se fue a México. Su segunda compañera fue Concepción Sandino —Cony— de Ciudad Darío. Tuvieron una hija: Marisol.
Y con Yolanda tiene cuatro hijos, pero Edén explica que siempre habla de que tiene 21 hijos porque tiene otros fuera de matrimonio y otros adoptados.
“Tengo fama de Juan Charrasqueado, pero la verdad que no lo soy, soy muy hogareño, muy pegado a mi mujer, atento a mis hijos, por eso me quieren”, dice.
En una ocasión Torres se enteró que había un hijo de Pastora del cual ella no sabía y amenazó con dejarlo. Pastora se sintió triste y fueron donde un sacerdote. “El cura le preguntó si yo era vicioso y ella dijo no. ¿Es grosero? No. ¿Le falta el respeto? No. ¿Es cariñoso? Sí. ¿Le hace el amor todos los días? Sí. Entonces el cura agarró un papel blanco, hizo un punto negro y le dijo que eso era lo malo, que solo se fijaba en el punto negro y no en la hoja en blanco. Vaya y arréglese con su marido”. Desde entonces dice que viven tranquilos.
“La infidelidad no está en la materia, está en el espíritu. Yo creo que el hombre la puede penetrar, y la penetra sin amor y no le es infiel. Y puede no penetrarla y ser infiel cuando deja de respetarla, deja de estar con ella en las buenas y las malas, ella me ha entendido”, explica Pastora.
La vida de Torres al lado de Pastora ha sido dura. En la época de Somoza estuvieron separados seis años porque él se fue a la guerra. En la época de los sandinistas fue igual. Y ahora, aunque ella quisiera evitarlo, siempre sufre cuando su esposo se ve involucrado en polémicas, como cuando recientemente la emprendió contra el grupo de nicaragüenses que han impulsado la Nica Act en Estados Unidos.
“Él (Pastora) nos ha sacrificado por sus ideales. Y no lo culpo”, dice Torres.
“Coyol quebrado, coyol comido”
LA PRENSA reveló recientemente que Ortega le regaló 20 manzanas de tierras costeras a Pastora, en Rivas, hace seis años. Pastora dice que las tierras no valían nada cuando se las dieron, ahora sí. Agrega que merece esas tierras como “un luchador social que ha consagrado su vida por Nicaragua, por la revolución sandinista y que no tiene dónde caer muerto”. “Está más que justificado, si me dicen que me dieron esas tierras en compensación de mi lucha, yo te digo me estafaron, yo creo haber merecido más”, dice Pastora, quien explica que está esperando a ver si hacen la carretera costanera para ver qué hace con las tierras. “Ahorita no tengo hambre, si tengo hambre la vendo por lo que me den”, expresa entre risas.
Entrando a la sala de su casa, y dirigiéndose a la izquierda, Pastora tiene un despacho con fotos de los más grandes exponentes de la izquierda latinoamericana: Fidel Castro y Hugo Chávez. También de Carlos Fonseca, Sandino y Tomás Borge. Desde allí asegura que no tiene cuentas bancarias, que vive “coyol quebrado, coyol comido” con los dos mil dólares mensuales que gana como responsable del dragado del río San Juan.
“Soy un anciano de ochenta años. Un viejo fuerte pero ya anciano”, finaliza diciendo, mientras se dirige a mostrar su Alfa Romeo, el único carro que es de su propiedad, dice.
Una vida intensa
Edén Pastora nació en Ciudad Darío, en 1937. Su padre era Pánfilo Pastora y su madre Elsi Gómez. Era el menor de siete hermanos y su papá lo llamaba “El Conejo”. En su infancia fue feliz hasta que un día, cuando Edén tenía ocho años de edad, llegó un telegrama a la casa en el que se informaba que Pánfilo Pastora había sido asesinado. La mamá pegó un grito que Edén aún lo recuerda.
La familia de Edén acusó del asesinato al general Camilo González, jefe del Estado Mayor de la Guardia Nacional, quien se había enamorado de una propiedad de los Pastora. La mamá de Pastora mandó a matar a tres de los cuatro autores materiales del crimen.
Pastora alcanzó la fama cuando en 1978 lideró a un grupo de guerrilleros sandinistas que se tomaron el Palacio Nacional, donde funcionaba el Congreso. El grupo logró que Somoza liberara a 59 reos sandinistas y entregara como botín medio millón de dólares.
Tras el triunfo sandinista de 1979, Pastora ocupó cargos de segundo nivel en el Gobierno y en julio de 1981 se fue del país y luego reapareció al frente de un grupo armado en el sur del país, para luchar contra los mismos sandinistas: Alianza Revolucionaria Democrática (Arde).
Las negociaciones de paz hicieron que en 1986 Pastora dejara Arde y se retirara a Costa Rica, a pescar.
Los gustos de Edén Pastora
Un pedazo de carne con una copa de vino es uno de los placeres que gustan a Edén Pastora. “Es que el vino algo tiene de divino”, dice, agregando que nunca ha sido de ron, cerveza ni cigarros.
Su libro preferido es Rebelión en la granja, de George Orwell, del cual dice que “les da duro a los malos revolucionarios”.La tecnología ya lo agarró viejo, explica. No usa ninguna red social y aunque tiene un celular de alta tecnología dice que solo lo usa para llamar y que lo llamen. “Este celular me lo dieron mis hijos pero no le saco el jugo”, alega.
Los últimos días de su vida se los pasa entre Managua, El Rama y el río San Juan, pero ir al río ya “lo golpea”. “Es un lugar inhóspito. Tengo problemas con los técnicos por eso. No aguantan dos meses allá”, dice.