Periodismo y debate de ideas
A propósito de la celebración del Día Nacional del Periodista, hoy primero de marzo, quiero referirme a algunos programas de opinión en televisión que a mi juicio son muy importantes.
Esta Noche y Esta Semana de Carlos Fernando Chamorro Barrios, con la participación de Carlos Salinas Maldonado y Guillermo Rothschuh, desempeñan un extraordinario papel en el quehacer nacional, político, social y económico. Rothschuh es definido como un estudioso empedernido, un lector obsesivo y un escritor disciplinado, en la apasionada búsqueda del fondo y el sentido de la noticia. Son programas fuertemente críticos del Gobierno.
Café con Voz, cuyo conductor Luis Galeano se define a sí mismo como el hombre “sin tapujos”. Galeano en poco tiempo ha calado en la audiencia, desde mi punto de vista rompió el esquema de otros programas. La participación del público le ha dado buenos resultados y un elemento muy importante es el pluralismo de ideas, no tiene miedo a decir las cosas como son, aborda temas de actualidad sobre la carencia de políticas públicas claras y coherentes y le da insumos a sus televidentes con noticias muy importante en la agenda del día.
Informe Pastrán es “amplio y pluralista”, según lo define su director Adolfo Pastrán Arancibia. A mi criterio, mantiene la imparcialidad y transmite las noticias y opiniones de todo el espectro nacional y contexto de forma transparente y profesional.
Me parece importante destacar que los programas antes referidos le sirven a los televidentes y espero que servirán a las nuevas generaciones para que formen su propio criterio, pues aunque se tengan opciones políticas hay un compromiso con la verdad.
Pedro David González Pérez. Periodista.
25 de febrero
Día histórico, se celebraron unas elecciones bastantes limpias y bien vigiladas, el candidato eterno, Daniel Ortega venía de “ganar” las fraudulentas elecciones de 1984, solo él corrió y por supuesto ganó. En 1990 los magos de las encuestas le daban al dictador el 76 %, a la candidata de la Unión Nacional Opositora (UNO) Violeta Barrios de Chamorro solo el 16 %, los seis partidos zancudos pagados por Daniel Ortega con fondos del Estado no aparecían ni en sus propias encuestas.
Un mar de voluntarios nos presentamos como fiscales de la UNO, el dictador usaba sucias tramas para no perder; el Ejército orteguista decía que había combates en muchas comunidades de Rancho Grande para que no hubiera votación, seguros estaban que esos campesinos no votarían por Ortega. La policía orteguista requisaba en las calles a los ciudadanos y les quitaban los hermosos pósteres azul y blanco con la foto de doña Violeta. “Valientes” miembros del ejército salían de noche a borrar la propaganda de la UNO y la reemplazaban con la de los zancudos. Instalaron Juntas Receptoras de Votos en los cuarteles militares por miedo a perder.
Llegó el 25 de febrero y la dictadura orteguista fue aplastada aún en sus cuarteles, se robaron seis diputaciones para amortiguar un poco la caída, los aduladores de la dictadura pintaban mensajes en todas las paredes; “Daniel no entregues el poder, tenemos las armas”. Pero, terminó la década perdida, una revolución que nunca fue cristiana, ni socialista, ni solidaria. Durante los dos meses de transición se piñatearon todo lo del Estado y la chanchera de turno decretó una amnistía por adelantado a todos los ladrones.
Todo nicaragüense debe sentir coraje y vergüenza cuando nuestra nación es mencionada en todo el planeta como una de las más pobres y corruptas de América. —El pueblo tiene el gobierno que se merece—, y todavía tenemos que soportar a los graciosos de la propaganda oficialista cuando dicen: Nicaragua es la nación más feliz de la tierra. La que más sonríe, la más segura de la región y Ortega es el presidente mejor evaluado de América Latina.
La Iglesia católica y el papa Francisco nos dicen que no nos paralice el miedo, denunciemos lo que hay que denunciar, en América no hay izquierdas ni derechas, solo sinvergüenzas aprovechándose de la política y que el verdadero anticristo es el corrupto. Pidámosle a Dios con fe, para que un día no lejano celebremos otro 25 de febrero.
Leopoldo Villalta López.
¿Más carreteras?
Hace unos días en uno de los periódicos del país, se podía leer el siguiente enunciado: “Nicaragua invertirá más de 194 millones de dólares para construir carreteras”, dicho titular me generó preocupación hacia mi interior, cada vez son más constantes este tipo de noticias, y es que no está mal que nuestro país invierta en carreteras, pero si dichas inversiones buscan solucionar el problema de tráfico en la región, lejos de remediarlo, incentivan más al uso del automóvil.
Jan Gehl, un experto urbanista danés, alguna vez dijo: “A mayor cantidad de calles, mayor cantidad de tráfico”, y la verdad no pudo ser más acertado con dicha afirmación. En Nicaragua, especialmente en el área urbana de nuestra capital, existe una problemática de tráfico que se agudiza año con año y que de momento las autoridades no han podido ejecutar algún plan que disminuya verdaderamente el tráfico vehicular existente.
Semáforos “inteligentes”, policías dando paso en vías claves, aumento de carriles, muchos han sido los intentos para aliviar el tráfico, sin embargo no se han logrado cambios significativos en la manera de transitar las calles. Nos encontramos inmersos dentro de una olla de presión, que tarde o temprano estallará.
Por qué las autoridades en lugar de invertir cantidades estratosféricas de dinero en caminos, no generan un transporte público de calidad, donde las personas no necesiten estrictamente el uso del carro para trasladarse de un lugar a otro, un sistema de buses interurbanos seguros, eficientes, puntuales, con paradas de buses dignas y mapas claros de las rutas existentes.
Además, es necesario realizar estudios de factibilidad en el país para estudiar la posibilidad de diversificación del transporte urbano, y cambiar la manera en que nos movilizamos hasta ahora, carriles para bicicletas, tranvías, incluso porque no soñar con un metro que nos movilice de manera subterránea, al fin y al cabo ya casi nos quedamos sin espacio para seguir agregando carriles.
Muchas han sido las ciudades que han resuelto sus problemas de embotellamiento en las calles a través de la diversificación del transporte público, ciudades como Barcelona en España o Curitiba en Brasil, son ejemplos en este ámbito, y no es que nuestras ciudades sean iguales a las anteriormente mencionadas, y debamos hacer un “copy-paste” para arreglar nuestros problemas, sin embargo sí son modelos análogos de los que podemos aprender mucho.
Mientras tanto en Nicaragua, seguiremos usando el automóvil, en un país donde el transporte público no es equitativo.
Rolando Daniel Luna Gutiérrez.
Dos malas prácticas
Recientemente hemos observado que se han generalizado dos terribles prácticas que atentan contra la salud de la comunidad.
La primera es que entre la población joven se ha puesto de moda andar en las calles y vías públicas caminando con audífonos puestos. Esto atenta contra la salud e integridad física del que los anda porque no escucha nada en las calles y lo hace un buen candidato a ser atropellado por un bus o vehículos en la vía pública.
La situación del peatón se agrava aun más por la falta de señalización en las calles, y la ausencia de aceras en muchos lugares.
La segunda mala práctica es que los taxistas han tomado por moda abrir la puerta trasera del taxi y usarla como biombo para poder orinar en las calles. Aunque ya existe una ley en contra de la micción en lugares públicos, esta falta de higiene de los taxistas pone en peligro la salud de los usuarios, los que sin saberlo se contaminan cada vez que abren o cierran esas puertas.
Siempre lo he dicho, aquí lo que falta de parte de las autoridades es una campaña de educación pública en todos los medios, especialmente la TV.
Zacarías Chamorro.