Al menos 28 barrios de la ciudad de Matagalpa se han inundado nuevamente, lo cual se ha convertido en un hecho recurrente durante cada temporada lluviosa. Por su ubicación geográfica, Matagalpa ha estado sujeta a la constante amenaza de inundaciones debido a la confluencia de los ríos Molino Norte, San Francisco y Molá, dando origen al río Grande, cuyo cauce recorre el casco urbano de la ciudad de Matagalpa.
El asentamiento de pobladores en las riberas y en áreas de inundación de estos ríos, el aumento de la deforestación, el uso inapropiado de los suelos, la falta de una efectiva planificación de uso del territorio, el limitado y poco práctico drenaje pluvial, entre otros factores, hacen más vulnerable a la población matagalpina, ante los efectos de las inundaciones.
El 17 de octubre del 2007, el desborde de los cauces de estos ríos ocasiónó inundaciones que quitaron la vida a ocho personas, se identificaron más de mil damnificados en 23 barrios afectados, 20 viviendas totalmente destruidas, 250 semidestruidas y 567 viviendas con cierto nivel de daño. 15 años más tarde, la amenaza de que ocurra un desastre de origen hidrológico en la ciudad de Matagalpa continúa latente, y lo que es peor, aumenta con el tiempo. El riesgo de que esto vuelva a suceder, contrario a lo que se esperaría, es aún mayor, con la posibilidad de que haya más personas fallecidas y un mayor daño económico.
Esta situación puede reducirse o manejarse a través de una efectiva gestión del riesgo de inundaciones, desarrollando medidas de prevención, mitigación, preparación y respuesta ante la emergencia. Matagalpa está relativamente bien preparada para evacuar y atender a la población afectada por una inundación o para el rescate de cuerpos de personas fallecidas, pero ¿qué se ha hecho para evitar o reducir la magnitud de una inundación? ¿Qué se hace para evitar que ocurra un desastre de origen hidrológico? Prácticamente poco o nada.
Detener, reducir o desviar las lluvias, no podemos, pero es posible reducir y retardar el caudal que llega a Matagalpa y que causa tanto daño; también es posible reducir la velocidad de la escorrentía que llega a la zona urbana; y se pueden conducir las aguas a través de la ciudad, sin que causen daño. Disminuir la deforestación, desarrollar programas efectivos de reforestación, hacer un uso adecuado de los suelos, construir medidas estructurales para reducir y controlar el caudal de los ríos, contar con un verdadero sistema de drenaje pluvial, evitar que pobladores se ubiquen en áreas susceptibles a inundaciones, reubicar a los que ya están asentados en estas áreas, son entre otras, medidas que deberían de haberse iniciado hace mucho tiempo.
¿Qué está fallando? No se han desarrollado medidas efectivas para prevenir y mitigar las inundaciones en la ciudad de Matagalpa. Solamente se han preparado para la respuesta ante las inundaciones. Mientras tanto, matagalpinos, estén preparados para evacuar sus hogares una vez más.
El autor es ingeniero civil, especialista en recursos hidráulicos y en manejo de recursos naturales.