DRA. GRETA SOLÍS
GINECÓLOGA
PREGUNTA:
¡Hola doctora! Escribo para manifestarle mi situación: Hace más de dos meses le comuniqué a mi esposa que le sentía olores muy fuertes, además de secreciones en su ropa interior. Ella se realizó el papanicolaou y los resultados reflejaron una vaginosis y le prescribieron doxicilina por diez días.
Ante lo sucedido le pregunté a qué se debía eso, qué le había explicado el doctor y que por qué a mí no me había enviado tratamiento también. Ella dice que el doctor le dijo que tal vez provenía de alergias a la ampicilina y que por eso no me mandó tratamiento a mí.
Gracias a las publicaciones que he leído en Nosotras , le hice saber a mi esposa que cuando se diagnostica una infección lo correcto es que ambos reciban tratamiento para evitar mayores complicaciones y retorno de las infecciones. Es por eso que recurro a usted. ¿Por qué el médico solo le envió tratamiento a ella? ¿Podría usted ayudarme a comprender el origen de esta infección o si es propia de las mujeres?
RESPUESTA:
Es posible que algunos médicos envíen el tratamiento solo a la mujer, porque a veces no les gusta abordar este tema, ya que la mujer generalmente pregunta si esto se debe a una posible infidelidad. Sin embargo, en la actualidad la mayoría de ginecólogos procedemos a enviarle el tratamiento a la pareja porque ya se sabe que si no lo recibe el problema regresa y se vuelve crónico.
Es cierto que se puede deber a transmisión sexual causada por infidelidad, pero hay otra causa que no es tan infrecuente como nosotros creemos y esta es debido a una autocontaminación que presenta la mujer después de defecar y a la limpieza que la mujer tenga con sus genitales.
Hay mujeres que se consideran muy aseadas y se lavan la entrada de la vagina con agua y jabón todos los días o hay algunas que lo hacen dos o tres veces al día, creyendo que el olor fuerte se les va a quitar. Muchas creen que todas las mujeres tienen este olor y que es normal. La verdad es que es completamente anormal. Al lavarse “bien” se complica la situación porque se lavan sus defensas y las bacterias que quedan alrededor del ano después de defecar, se introducen en la vagina y el problema sigue.
Si hay olor fuerte, hay una infección y los dos deben recibir el tratamiento. Lo más importante es tener una correcta limpieza. La mujer siempre se debe limpiar en tres tiempos: primero con papel higiénico, luego con toallas húmedas y nuevamente con papel higiénico, siempre de adelante hacia atrás. Al bañarse, se deben lavar los genitales solo externamente. Es decir, solo por encima y no abrir los genitales o la vagina. Obviamente este problema no se debe a alergias, ni a la ampicilina ni a ninguna otra cosa.
Ver en la versión impresa las paginas: 4