Dra. María Luz André
Médico-Nutricionista Clínico
Sabemos de los beneficios del ejercicio físico, y además han sido probados científicamente. Entonces, ¿por qué no preferirlos a una pastilla? Ayuda a aumentar nuestro colesterol bueno (HDL o de alta intensidad) y hace bajar el colesterol “malo” (LDL o de baja intensidad) actuando a la vez sobre los triglicéridos. Ayuda a disminuir la presión arterial. Nuestro metabolismo se vuelve más activo con el ejercicio físico y ayuda, en muchos casos, a bajar de peso. Es una buena forma de eliminar o compensar los efectos del estrés sobre nuestra salud.
La relajación promueve un mejor equilibrio hormonal y eso sin duda siempre ayudará a bajar el colesterol. El ejercicio aeróbico como pasear, correr, nadar, ir en bicicleta, etc. son los más beneficiosos para bajar el colesterol. La intensidad, frecuencia y duración del ejercicio, dependerá de la salud y constitución física de la persona. Recomendamos una hora tres veces por semana.
Lo que sí que es importante es ser constante y que sea una actividad que a la vez nos sea placentera y nos haga sentirnos mejor. Independientemente de que no bajemos de peso, sí bajaremos el colesterol.
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