Es indiscutible que la homosexualidad y el lesbianismo (y sus diversidades) son una realidad que afecta aproximadamente al diez por ciento de la población mundial, pero debemos preguntarnos si “está bien” tener esta opción sexual. En mi opinión existen al menos cuatro tipos de enfoque para contestarnos la pregunta y en un afán de contribuir a formar criterios entre la sociedad, trataré de abordarlos:
1.- Aspecto religioso. En nuestro país la religión más difundida es el cristianismo. (Hasta el gobierno se declara cristiano). La Biblia, el libro más leído por los cristianos, de cualquier denominación, dice que “el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”; deja claro que la sodomía es abominación a los ojos de Dios y maldice al varón que se echa con otro varón, llamando a esto inmoralidad sexual, como también lo es el incesto (padres que tienen sexo con sus hijos) y el tener relaciones con la hermana o la madre de la esposa, incluso condena la práctica de verter semen en tierra que hacía Onán. Podemos estar o no de acuerdo con todo esto, pero si no lo estamos no podemos llamarnos cristianos.
2.- Aspecto genético: Los cromosomas sexuales, llamados X y Y, determinan el sexo del hombre (XY) y de la mujer (XX). Aunque existen algunas alteraciones cromosómicas que dan origen a varias formas de hermafroditismo (que tienen ambos sexos), la gran mayoría que reclaman la diversidad sexual son genéticamente hombres o mujeres y no tienen alteraciones anatómicas ni hormonales. Esto está demostrado en miles de autopsias realizadas a este tipo de personas.
3.- Aspecto sicológico: Una vez demostrado que la “diversidad sexual” no es producto de alteraciones genéticas, queda claro, como estos grupos lo reconocen, que se trata de una opción que la persona escoge en base a sus experiencias, sobre todo de la niñez y de la adolescencia, por tanto ningún recién nacido es homosexual o lesbiana, como no lo es adicto o delincuente. Hace algunos años la sicología llamaba “aberraciones sexuales” a todas las prácticas sexuales diferentes de la tradicional de un hombre con una mujer, incluyendo el sadomasoquismo, exhibicionismo, bestialismo, pedofilia y la homosexualidad entre otras. La mayoría de estas opciones crean alteraciones sicológicas en la mayoría de las personas que las practican, pero la Psiquiatría se topa con verdaderas barreras cuando trata de “resolver” este tipo de conducta.
4.- Aspecto Social: Se considera norma o “normal” lo que hace la mayoría de la población. Debido a que solo un diez por ciento de la población está involucrada en la “diversidad sexual”, la conducta normal, con mucho margen, es el de la pareja heterosexual. Sin embargo en un estado de derecho, donde se respeta la libertad individual, los de la diversidad sexual tienen la libertad para decidir su estilo de vida, como lo tienen los alcohólicos o los huelepega o los que deciden su profesión u oficio.
Partiendo de la igualdad de libertades y derechos, estos grupos son libres de difundir su sexualidad, pero no tienen derecho a exigir a la mayoría de la población que acepten sus prácticas como algo normal. Hay derecho a ser homosexual y también debe haberlo para ser homofóbico.
El autor es Cirujano General
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