Dra. Carla Fjeld Benz, PhD en Nutrición Humana
Aunque los seres humanos tienen que respirar oxígeno para mantenerse con vida, esta es una sustancia riesgosa en el interior del cuerpo, ya que puede hacer las moléculas excesivamente reactivas. Cuando en el oxígeno, que contiene moléculas, estas se vuelven demasiado reactivas, pueden empezar a dañar las estructuras de las células a su alrededor. En química, esta situación de desequilibrio que implica el oxígeno se conoce como estrés oxidativo. Lo bueno es que hay “antioxidantes” que nos protegen, como la vitamina E, la cual ayuda a prevenir el estrés oxi
dativo mediante el trabajo conjunto con un grupo de nutrientes que impiden que las moléculas de oxígeno se vuelvan demasiado reactivas. Este grupo de nutrientes incluye vitamina C, glutatión, selenio y vitamina B3. Algunos investigadores creen que la vitamina E es el miembro más importante de este estrés oxidativo, evitando grupo. ¿Qué puede indicar la necesidad de consumir más alimentos altos en vitamina E? Problemas del sistema digestivo, especialmente de mala absorción, sensación de hormigueo o pérdida de sensibilidad en los brazos, manos, piernas o pies y problemas de hígado o la vesícula biliar.
Excelentes fuentes de vitamina E incluyen: espinaca y acelga. Fuentes muy buenas incluyen hojas de mostaza, almendras, semillas de girasol, espárragos, nueces, mango y maní son buenos ejemplos. La próxima semana seguiremos profundizando en el tema.
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