ELBA CRISTINA PARRALES
Isabel, de 6 años, es una niña alegre, entusiasta y muy activa. Como a toda niña de su edad, le gusta reír bastante, risa que a veces es opacada porque sus pequeños dientes tienen un color amarillento y a ella le da pena mostrarlos. El diagnóstico es hipoplasia, debido a un golpe fuerte que tuvo en la encía cuando era bebé.
La ortodoncista Jessica Jarquín explica que la hipoplasia de esmalte es una alteración que se da durante la formación del germen de la pieza dental y que dependiendo del estadio de la formación del mismo o la duración del agente causal es el tipo de afectación.
La cual puede variar desde una pequeña manchita blanca sin pérdida de tejido dentario, hasta manchas amarillas o marrones con pérdida de tejido dental. Hipo viene del griego y significa escasez o deficiencia.
La especialista afirma que la hipoplasia puede afectar tanto a la dentición primaria, o los dientes de leche, como a los dientes permanentes. Asimismo, afecta a los incisivos y molares permanentes por igual. El esmalte se forma dentro del hueso una vez que la pieza ha erupcionado.
La mayoría de los casos de hipoplasia del esmalte ocurre antes de la edad de 3 años. Cualquier traumatismo que sucede después de este tiempo es menos probable que cause defectos en el esmalte. Esto es porque el esmalte de los dientes ya está calcificado y es más resistente a los factores traumáticos.
Los factores pueden ser varios y se clasifican en locales y sistémicos. Las posibles causas de la aparición en locales, es decir en sitios específicos, se da por infección en el diente predecesor o traumatismos dentales.
Los factores de aparición en los sistémicos se deben a la ingesta excesiva de flúor, uso de medicamentos que provocan hipomineralización, es decir, por uso prolongado especialmente en edades antes de los 12 años, también en pacientes que presentan afectaciones renales o hereditaria, entre otras.
“Se ha iniciado a describir esta afectación de hipoplasia incisivo molar HIM, luego de haberse observado en varios niños nacidos luego de 1990, en pacientes asmáticos, con trastornos durante el embarazo o bien afectaciones durante la primera infancia”, comenta Jarquín, quien aclara que el síndrome incisivo molar no tiene muy definidas sus causas, por eso pueden ser varias, y las opciones de tratamiento son únicamente para atenuar los daños ya provocados.
Posibles tratamientos
Además de las manchitas blancas o amarillentas que se pueden notar en los dientes, otro de los síntomas es sensibilidad, incluyendo casos de descascaración.
Aunque no se puede cambiar la calidad dental, se pueden disminuir o tratar las consecuencias.
“Las opciones de tratamiento varían según el tipo de afección y edad del paciente. Lo más novedoso que se está usando en tratamiento es la microabrasión, que consiste en atenuar y, en algunos casos, desaparecer manchas. También hay restauradores o cosméticos dentales en los casos en que ya se ha perdido tejido dentario”, informa Jarquín.
Existen otros procedimientos que ayudan a que la apariencia de los dientes afectados no sea peor, como seguir métodos adecuados de higiene oral, recibiendo tratamientos de flúor y una constante visita al especialista para llevar un control y prevenir desgaste en los dientes.
Si la hipoplasia es muy leve, el odontólogo usará un sellador transparente o resina. En casos extremos, el dentista puede elegir eliminar el diente afectado por la hipoplasia del esmalte y reemplazarlo con un implante dental o un puente.
Las personas que presentan hipoplasia son más vulnerables a desarrollar caries, sufrir fracturas coronarias, incluso afectaciones psicológicas por alteraciones de la estética y de la función masticatoria.
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