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Entre el sí y el no

María Melba Calero

Tomar una decisión suele ser complicado, para muchas personas significa un dolor de cabeza, pero cuando el ambiente en el que te desenvuelves te quiere imponer solo una opción, es momento de hacer uso de la asertividad, que es la capacidad de autoafirmar las propias opiniones o deseos, sin dejarse manipular por los demás.

Los comportamientos asertivos suponen el saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de nuestro entorno, pero sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos.

Según Xochilt Navarrete, psicóloga del Centro de Mujeres de Masaya, “las mujeres siempre deben tomar decisiones que las favorezcan tanto a nivel familiar como personal, sin estar pensando en el qué dirán los demás”.

Sin embargo, no es nada fácil erradicar este comportamiento, porque una de las principales causas es la construcción social en la que las mujeres se han educado, ya que aprenden desde pequeñas que deben ser sumisas.

TODO ES CULTURAL

Cualquier mujer puede verse en una encrucijada como decidir si sí o si no, pero la especialista afirma que en la zona rural suelen darse más estos casos, ya que ese sector tiene poco acceso a la comunicación y al estudio. Además, la cultura que se proyecta en esas regiones es machista y se obliga a seguir las reglas que han sido impuestas desde tiempos remotos.

La cultura tiende a influir tanto de manera indirecta como directa en las mujeres. Por ejemplo, cita la especialista, en nuestra sociedad nicaragüense se acostumbra a que las mujeres terminen sus estudios e inmediatamente formen una familia, pero en otras sociedades terminan sus estudios y continúan su preparación académica y hasta que se encuentran preparadas y tienen las condiciones emocionales, económicas y de crecimiento personal, deciden formar una familia.

EL MIEDO AL NO

Las situaciones más comunes en las que las mujeres suelen acceder bajo presión son la elección de una carrera, casarse y hasta el hecho de no empezar un negocio propio.

“Muchas tienen miedo a decir no y hasta sienten que si lo hacen pueden ser tomadas como rebeldes. Sin embargo, aquellas que se atreven son señaladas por no seguir el patrón que ha sido diseñado especialmente para que lo desempeñen”, afirma Navarrete.

En el ámbito familiar, algunas mujeres optan por no tener hijos a temprana edad o del todo, pero surge una discriminación por parte de la sociedad y en la mayoría de los casos son presionadas para que cambien y si es posible abandonen oportunidades de crecimiento para poder cumplir con ese rol.

Por otro lado, la oportunidad de estudiar algo que les guste o desarrollar un talento suele ser una de las mayores frustraciones y en estos casos no solo entra en juego el plano emocional, sino también el profesional.

EMPEZANDO DESDE CASA

El poder decir libremente “no”, pertenece a la formación que una persona recibe desde pequeña hasta que se convierte en adulta. Si se empieza a practicar con detalles, no tan importantes, las niñas poco a poco van formando su personalidad de una manera adecuada.

Según la psicóloga del Centro de Mujeres de Masaya, “las madres deben decirles a sus hijas desde que están pequeñas que ellas pueden negarse ante algo que realmente no desean. Se debe permitir que decidan cosas tan sencillas como qué vestido ponerse o qué actividad quieren jugar”.

Es importante trabajar su autoestima y el valor que tiene dentro de la sociedad. Asimismo, es recomendable que los padres brinden orientación, dejen que tengan autonomías y es crucial destacar que deben apoyar las metas personales que posea la niña.

Por otro lado, algunas mujeres son propensas a depender de su pareja y esto puede permitir situaciones de violencia en su vida, ya que tienden a pensar que el aceptar todo, a pesar de no querer, es algo natural y normal.

PON EN PRÁCTICA

Para las mujeres que quieren aprender a no tener miedo y expresar sus deseos, la psicóloga Navarrete nos brinda cinco pasos sencillos que se pueden practicar:

– Primeramente reconocer qué es lo que quieres para tu vida.

– Buscar las posibles alternativas para lograr lo que deseas.

– Una vez que tengas claros los puntos anteriores, entablar una conversación con los más cercanos y dejarles ver por qué tu elección te beneficiará, ya sea de manera emocional o profesional.

– Si sientes que no puedes hacerlo sola, busca ayuda psicológica. Si se trata de separarte de tu pareja por motivos de violencia, acude a un centro de mujeres para recibir asesoría.

– A pesar de la opinión de tu entorno, es importante mantener una alta autoestima para no dejar que te afecten los comentarios negativos.

Nosotras Opinión Decisiones
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