14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Reajusta tu régimen alimenticio

El intestino delgado de cada ser humano contiene una enzima llamada lactasa, la cual descompone a la lactosa en glucosa y galactosa. No obstante, cuando el organismo no puede digerir la lactosa se genera la afección conocida como intolerancia a la lactosa.

El intestino delgado de cada ser humano contiene una enzima llamada lactasa, la cual descompone a la lactosa en glucosa y galactosa. No obstante, cuando el organismo no puede digerir la lactosa se genera la afección conocida como intolerancia a la lactosa.

Esta es el azúcar que se encuentra en la leche de vaca, cabra, oveja y en la humana, así como en muchos alimentos preparados.

Según la nutricionista Karen Alemán en la intolerancia a la lactosa la persona puede sentir malestares en el abdomen cuando come o bebe algo que la contenga.

“Se producen cólicos, gases y diarrea entre treinta minutos y dos horas después de haber consumido lácteos. Esta diarrea en niños puede llevar a una desnutrición”, afirma la especialista.

El origen de esta enfermedad puede ser congénita, es decir cuando el niño nace completamente sin la enzima lactasa en su intestino delgado.

“Aquí aparece la diarrea al instante de que el lactante ingiere leche materna o leche de vaca”, dice Alemán.

La intolerancia también puede ser hereditaria y adquirida, cuyo origen suele ser porque se daña la mucosa intestinal por alguna enfermedad crónica del intestino o por altos consumos de antibióticos, antiinflamatorios y aspirinas.

Reemplaza los lácteos

Para quienes padecen de intolerancia, la dieta debe consistir en reducir la ingesta de lactosa, pero esta dependerá del nivel de intolerancia que posea.

“Los alimentos que tengan lactosa se tienen que eliminar totalmente en los pacientes que carecen completamente de la enzima, o de forma leve en pacientes menos sensibles”, explica la especialista.

Esta restricción debe ir acompañada con el consumo de alimentos que sustituyan los nutrientes presentes en los lácteos.

Entre ellos se encuentra la leche de soya, la cual puede ser utilizada para realizar cremas, salsas, batidos y hasta helados.

La leche de soya contiene nutrientes como calcio, hierro y zinc, que son importantes para regenerar los huesos, mejorar el transporte de oxígeno en la sangre y mejorar el sistema inmunológico.

Otro tipo de alimentos que deben consumirse son las verduras como las espinacas y cebolla. Estas poseen altos contenidos de calcio y hierro, así como las almendras, principales fuentes de calcio, y la cebada, rica en fósforo.

“La cebada contiene once veces más cantidad de calcio que la leche y también contiene magnesio, esencial en la formación de los huesos”, asevera Alemán.

Ver en la versión impresa las paginas: 8

Nosotras Salud alimentos salud

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí