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Ictus ¿qué es?

Los síntomas del ictus aparecen de manera brusca y es fundamental saber reconocerlos para actuar con rapidez. Los especialistas insisten en que los primeros momentos son cruciales.

El ictus, que origina discapacidad y muerte, es prevenible en muchos casos. De hecho, según datos de la Organización Mundial del Ictus (WSO por sus siglas en inglés), de los seis millones de personas que fallecen cada año por esta causa, se pueden prevenir hasta un noventa por ciento de los casos.

El ictus la primera causa de muerte en la mujer, la segunda en el varón y constituye la causa más frecuente de discapacidad en el adulto, detalla el doctor Jaime Gallego. El experto recalca que las consecuencias de sufrir un ictus son muy amplias: puede producir parálisis de extremidades, trastornos sensitivos, trastornos de la deambulación con desequilibrio o inestabilidad y dificultad o incapacidad de hablar. Esto hace a estos pacientes dependientes de otras personas para realizar actividades de la vida diaria.

Y es que hay factores que se pueden modificar y tratar, como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la diabetes, la obesidad, la apnea del sueño, la hipertensión arterial, los trastornos de los lípidos (tener el colesterol o los triglicéridos elevados), las enfermedades cardiacas, indica Jaime Gallego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.

El músico argentino Gustavo Cerati, que con su banda Soda Stereo internacionalizó el rock en español, murió en 2014 tras cuatro años en coma por un accidente cerebrovascular.

Los síntomas del ictus aparecen de manera brusca y es fundamental saber reconocerlos para actuar con rapidez. Los especialistas insisten en que los primeros momentos son cruciales.

En este sentido, la Fundación del Cerebro apunta que la atención especializada y urgente permite recuperar el tejido cerebral lesionado y favorecer que el paciente quede sin ninguna discapacidad o con muy pocas secuelas.

Existen dos tipos de ictus: isquémicos y hemorrágicos. “Los isquémicos representan el 85 por ciento de todos los ictus. Se originan por la obstrucción de una arteria, de modo que parte del cerebro deja de recibir el riego sanguíneo que necesita”, indica.

En el ictus isquémico el factor tiempo es fundamental, señala Jaime Gallego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.

Desde la Fundación del Cerebro indican que, en algunos ictus isquémicos, cuando llevan menos de 3 horas de evolución es posible disolver el coágulo con fármacos vía intravenosa. Además, según asevera el doctor Gallego, en ocasiones “hay que llegar al trombo y extraerlo”.

Por su parte, el ictus hemorrágico ocurre “cuando una arteria se rompe, la sangre sale del vaso cerebral y ocupa espacio dentro del cerebro”, detalla el facultativo y destaca que este tipo de ictus también requieren una atención especializada y urgente.

Así, resulta fundamental identificar los síntomas de esta enfermedad para ponerse cuanto antes en manos de especialistas que inicien de manera precoz las medidas de diagnóstico y tratamiento adecuadas.

FENÓMENO REPENTINO

El doctor Gallego destaca que el ictus es un fenómeno repentino. Los síntomas dependen de la zona del cerebro dañada por la alteración del flujo de sangre. No obstante, hay una serie de síntomas que nos deben alertar.

Uno de ellos es una pérdida de fuerza repentina en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo. También puede haber parálisis y debilidad en estas zonas. Otro síntoma característico del ictus es la dificultad o la incapacidad de hablar, así como la desviación de la boca hacia un lado.

Asimismo, puede darse una alteración sensitiva de la mitad del cuerpo; un trastorno repentino de la visión en uno o en ambos ojos; sensación de desequilibrio; vértigo y un dolor de cabeza brusco, explosivo y brutal, expresa el neurólogo.

El ictus puede provocar deterioro cognitivo y es la segunda causa de demencia, con el tiempo, algunos enfermos pueden desarrollar epilepsia. Además,  el facultativo explica que quienes han sufrido un ictus pueden presentar trastornos afectivos como apatía, abulia o depresión.

Salud salud

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