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Y ahí estaba la fila larga y serpenteante, formada por cientos de nicaragüenses que buscan viajar hacia el sur, salir del país y llegar a Costa Rica, la mayoría de ellos para regresar a sus trabajos luego de celebrar la Navidad con su familia a este lado de la frontera.
Pero no todos tienen un trabajo, algunos van buscando uno. Lo que observamos es un número significativo de nicaragüenses que están decidiendo viajar a Costa Rica, muchos son por asuntos laborales, muchos van al corte de la caña, a la zafra, al cultivo del melón y la sandía, también servidoras domésticas y personas que se dedican a la construcción, explica Carolina Rodríguez, consejera de prensa del Consulado de Costa Rica en Managua.
Según Rodríguez, la cantidad de nicas que se marchan ha ido aumentando a medida que ha avanzado el mes. El número va creciendo conforme pasan los días, estamos tramitando a más de mil personas por día, tenemos siete ventanillas habilitadas, entonces sí observamos que es un número significativo, manifestó.
DEMASIADA BUROCRACIA
Pero antes de llegar a las ventanillas y recibir la anhelada visa, las personas deben pagar 32 dólares en el banco y luego esperar en la fila de pie y bajo el sol, para luego ingresar en grupos de 30 al edificio con aire acondicionado adornado con murales de próceres ticos.
Es demasiada burocracia. En vez de ir mejorando el sistema del país lo van empeorando cada día más, si aquí hay un poco de gente que viene desde lejos, de Chontales, de Boaco y deberían agilizar un poco más el servicio. Yo creo que el Gobierno o las instituciones tienen que mejorar esto, se quejaba Segundo Rivera, que aguardaba su turno, casi al final de la fila.
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