Un reflejo del trabajo de más de media vida, estudiando, conociendo e inventariando la flora nacional, es el libro “Un gran recurso: las plantas ornamentales en Nicaragua” de los biólogos especialistas en botánica Alfredo Grijalva Pineda y José Benito Quezada.
Grijalva es director del Arboretum Carmelo Palma de la Universidad Centroamericana (UCA) y Quezada es responsable del Arboretum de la Universidad Nacional Agraria (UNA), y entre ambos lograron inventariar unas 117 especies entre nativas, nativas potenciales y exóticas en el libro.
Según Grijalva, en el contenido del libro el lector se puede encontrar “el uso de las plantas, más allá de lo ornamental. Aquí en Nicaragua hay muchas plantas exóticas, traídas de otros países y con las que hemos convivido mucho tiempo, por lo que a veces se piensa que es nativa”.
Plantas y árboles tan comunes en el paisaje nacional como el laurel de la India (nativo del sureste asiático), la almendra (Asia tropical) o la flor de avispa (Asia oriental), son ejemplos de las especies incluidas como exóticas en el libro.
Según Quezada, en Nicaragua no hay un registro detallado sobre la flora nacional, por ello “en este libro nosotros incluimos muchas especies que están catalogadas como la flora nacional, especies muy poco comunes, raras y endémicas de nuestro país”.
Además de las descripciones y lugares de origen, en el libro se pueden encontrar los diferentes usos, más allá de lo estético, que puede tener una planta o árbol. Por ejemplo, el árbol de almendras, además de ser un árbol de sombra y de frutos comestibles, de su corteza se puede elaborar un tinte negro, usado en países como la India para teñir telas.
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