Mejorar las condiciones de trabajo de las personas entre 18 y 30 años en Nicaragua es uno de los retos que tanto el sector privado como el Gobierno tiene. En ese rango de edades se encuentran casi 1.4 millones de personas de la Población Económicamente Activa, según las estimaciones de la Encuesta de Empleo de 2011.
Otro de los retos para ambos sectores es la promoción de empleos de calidad frente a la cantidad, tomando en cuenta que actualmente existe una apuesta gubernamental y empresarial por los call centers y las empresas maquiladoras.
Amaru Ruiz, representante de la Comisión Nacional de Juventud (CNJ), sostiene que entre las principales demandas que los jóvenes les han manifestado durante cabildeos realizados en diferentes municipalidades, el acceso a una plaza laboral, los salarios que no cubren el costo de la canasta básica y la calidad en estos son las que más repuntan entre las preocupaciones.
“Hay algo más estructural en este tema y obedece al cumplimiento de las expectativas del empleador y el posible colaborador. Se reportan muchos abusos y los elevados requisitos para entrar a una empresa, por muy pequeña o grande que sean, son demasiados”, explica Ruiz.
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), hasta 2011 cerca de 812,000 jóvenes en Nicaragua se encontraban en una situación laboral de subempleo, es decir, en un cargo o puesto inferior al que su capacidad le permitiría desempeñar.
Los datos del Inide muestran que hasta 2011 la mayor población joven vista por región territorial se concentraba en el Pacífico de Nicaragua, donde se registraron 935,000 jóvenes; le sigue con 565,000 el Centro Norte del país y en menor proporción el Caribe de Nicaragua, con 267,000 jóvenes.
REDIRIGIR ESFUERZOS
Una de las apuestas por parte del Gobierno de Nicaragua y el sector privado, que esperan concretar a mediano plazo para brindar más plazas laborales, es la exportación de servicios, la que según el director ejecutivo de la Agencia de Promoción de las Inversiones (ProNicaragua), Javier Chamorro, aportaría hasta veinte mil puestos, según expresó el pasado mes de abril a este Diario.
Para el representante de la CNJ, Amaru Ruiz, los call centers no brindan una oportunidad equitativa porque solo puede absorber a personal bilingüe, lo que solo favorecería a una pequeña porción del universo juvenil que en Nicaragua requiere un puesto laboral.
Por ello la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomienda que los sistemas educativos mejoren las estrategias previo a la inclusión de los jóvenes en el ámbito laboral.
ELIMINAR BARRERAS
Guillermo Incer, coordinador del organismo no gubernamental RedLocal, sostiene que el sector empresarial debe reducir los requisitos para contratar a un joven.
“Entre ellos te encuentras que te solicitan experiencia de dos años a más y muchos jóvenes solo cuentan con una pasantía, las que deberían de tomarse en cuenta como experiencia preprofesional”, señaló Incer.
El coordinador de RedLocal además rechaza que a un joven le paguen menos que a un adulto por el desempeño de funciones similares cuando no debería ser así, ya que los jóvenes son de vital importancia para el crecimiento de una empresa, desde la perspectiva de que están llenos de creatividad y habilidades que se adaptan a nuevos entornos.
Los miembros de la CNJ también observan la brecha entre mujeres y hombres jóvenes, al registrar el 70.3 por ciento de participación de los hombres en el mercado laboral frente a un 36.4 por ciento de las mujeres, tendencia que se replica en las zonas urbanas y rurales del país, pronunciándose más en esta última.
“Por eso un proceso de aprobación de una ley en esta materia no es suficiente para contribuir a la solución del problema multicausal de la situación del desempleo en la juventud; sin embargo permitiría generar acciones de promoción vinculadas a aprovechar el bono demográfico y la dinámica económica del país”, destacó Incer.
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