La situación alarmante de inundación que atraviesa Managua es producto, en su mayoría, de ignorar las advertencias que aparecieron en una investigación realizada entre 2008 y 2009 por la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) y la misma Alcaldía de Managua, en la administración del ingeniero Dionisio Marenco.
El trabajo reveló que el despale, indebido uso de suelo y mal manejo de las aguas pluviales en la Subcuenca III, complicarían la vulnerabilidad de la ciudad.
Ruth Selma Herrera, quien ejerció el cargo de presidenta ejecutiva de Enacal cuando se desarrolló la investigación, explicó que al debilitar la capa vegetal de la parte alta de la capital se dio paso a que las corrientes bajen con facilidad a la parte baja por la disminución de infiltración, causando destrozos en barrios pobres y ricos.
En la investigación encontramos que la gran mayoría de urbanizaciones se estaban ubicando en la Subcuenca III, que era justamente donde estaban las reservas subterráneas de agua. Las empresas obtenían muy rápido los permisos, de repente empezaban a construir sin tener en cuenta el tema de infiltrar y el nivel de despale que se estaba haciendo, recordó Herrera.
El estudio lo inició la empresa aguadora y en plena ejecución se fusionó con indagaciones que realizaba la comuna. Al final se apuntó a conocer si las urbanizadoras que obtenían permisos para construir residenciales en la Subcuenca III cumplían con todos los requisitos y de paso realizar un ordenamiento territorial en esa zona. Lo segundo no se cumplió.
JARQUÍN ANAYA: MOMENTO CLAVE PARA AMUSCLAM
Desde que se constituyó, el 20 de noviembre de 2007, la Asociación de Municipios de la Subcuenca III de la Cuenca Sur del Lago de Managua (Amusclam), integrado por las alcaldías de Ticuantepe, El Crucero, La Concepción, Nindirí y Managua, intentó trabajar coordinadamente para planificar el desarrollo humano, cuidar las zonas boscosas, entre otras asignaciones, aspectos que no se cumplieron, según el experto en municipalismo, Agustín Jarquín Anaya.
Pero todavía no es tarde. Jarquín Anaya sostuvo que el actual escenario de vulnerabilidad demanda que Amusclam cumpla con su papel y que implemente las soluciones que se demandan.
Para él, la Asociación de Municipios de la Subcuenca III debe de funcionar con eficiencia y con autonomía financiera y administrativa si es que se quieren excelentes resultados, porque si está bajo el dominio del Gobierno central, no tendrá el mismo alcance.
Sin intención de atemorizar a la población, el experto en municipalismo aclaró que si se continúa postergando la ejecución de ese necesitado plan, que se desarrolle principalmente en la parte alta de la ciudad, van a ocurrir mayores desastres. También demandó que se presente un informe por parte de Amusclam sobre lo que ha desarrollado en sus años de existencia.
En cada temporada lluviosa la capital sufre con las inundaciones en calles y viviendas. La intensidad de las últimas lluvias llevó a las autoridades del Sistema Nacional de Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Sinapred) a decretar Alerta Roja.
Asimismo, el secretario general de la Alcaldía capitalina, Fidel Moreno, presentó propuestas de proyectos para disminuir la vulnerabilidad. Estas fueron la construcción de micropresas en Sabana Grande, cerca del cementerio La Puerta del Cielo conocido como Milagro de Dios, Hialeah y el cauce El Borbollón.
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