Costa Rica ha hecho gestiones diplomáticas sin éxito ante el gobierno de Nicaragua para conocer el estado de salud y las condiciones en las que se encuentra José Daniel Gil Trejos, un costarricense de 55 años, detenido en la cárcel El Chipote de Managua, desde el pasado 26 de mayo.
La cancillería costarricense indicó la noche del 19 de junio, que a través de su embajada en Managua, atiende este caso desde el primer momento en que tuvo conocimiento de la captura de Gil Trejos, “pero pese a repetidos intentos escritos y orales” ante su homóloga nicaragüense, “ha sido imposible que se suministre información sobre el estado actual del señor Gil Trejos”.
Gil Trejos arribó a Managua por el Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino, el 25 de mayo, y a la mañana siguiente, sin explicación alguna, fue detenido por agentes de la Policía Nacional en el hotel Wayack donde se hospedaba en Managua.
El costarricense fue remitido a El Chipote por orden de la Dirección de Auxilio Judicial de la policía, al parecer, porque desde 2013 tiene una alerta de captura internacional girada por Interpol, dato que Costa Rica desconoce porque no presenta antecedentes penales en ninguno de los dos países.
La cancillería de Costa Rica, por medio de su embajada y consulado en Managua, han enviado con carácter de urgencia seis comunicaciones diplomáticas a Nicaragua para conocer las condiciones de salud y las causas de su captura, pero como es usual, el gobierno sandinista no ha brindado respuesta.
Según autoridades, a Costa Rica le causa “extrema preocupación” que Gil Trejos esté sin vestimenta e incomunicado en una celda de máxima seguridad junto con dos reos peligrosos. No se le permite ingreso de ropa limpia, acceso a sus lentes ni a medicina para tratar su hipertensión. Además de su estado de salud, a Costa Rica le preocupa el prolongado tiempo que lleva detenido sin que se le achaque ningún delito o sea remitido a las autoridades judiciales, dado que la Constitución Política de Nicaragua establece un máximo de 48 horas para que todo reo sea liberado o puesto a la orden de un juez competente.
El embajador costarricense en Managua, Javier Sancho, se comunicó directamente con el canciller nicaragüense, Samuel Santos, para trasladar la inquietud que genera la poca información que ofrecen las autoridades pinoleras.
Esta gestión fue reiterada por el canciller Manuel González al embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas; pero tampoco han satisfecho la demanda de información.
La última vez que las autoridades ticas tuvieron contacto con el detenido fue el pasado 29 de mayo, cuando el vicecónsul de Costa Rica en Managua, Alvaro Herrera Martínez, habló con él; según explicó Sancho a la prensa costarricense.
“En seguimiento de lo que faculta la Convención de Viena sobre relaciones consulares, hemos realizado todas las gestiones a nuestro alcance para conocer la situación del señor Gil, con el fin de garantizar sus derechos humanos e integridad”, dijo González.
“Esperamos que esta y otras detenciones recientes no correspondan a un patrón de conducta contra los costarricenses que visitan ese país. No es momento de especulaciones pero estamos preocupados por la integridad física del señor Gil, de la que tienen que darnos cuentas las autoridades nicaragüenses”, añadió.
El caso de Gil Trejos no es único. Recientemente, otro costarricense de apellido Tiffer permaneció encarcelado en Nicaragua por un mes sin posibilidad de que la Embajada tuviera información, a pesar de las varias gestiones que se realizaron, las cuales continuarán.
A falta de información nicaragüense surgió la alerta entre los ticos en redes sociales para evitar viajar a Nicaragua por turismo o trabajo. El clamor es no arriesgarse.