El científico de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), Henry Briceño, geólogo y experto en calidad del agua, dijo que que el masivo impacto social, económico y ambiental que ocasionará la construcción del canal Interoceánico, no solo afectará a Nicaragua, también a sus países vecinos.
“Todo indica que con la poca información disponible que hay, esos impactos no han sido evaluados adecuadamente”, dijo el experto al referirse al Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) sobre el Canal Interoceánico, presentado por la empresa consultora Environmental Research Management (ERM) al gobierno de Nicaragua el pasado 31 de mayo.
Briceño fue uno de los científicos estadounidenses que junto a otros expertos internacionales del medio ambiente participaron durante los días 9 y 10 de marzo pasado, en un taller realizado en la Escuela de Leyes de FIU, para conocer sobre el estudio de impacto ambiental realizado por ERM, la empresa contratada por HKND a quien el presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, le otorgó la concesión canalera.
Los científicos recomendaron a ERM realizar más estudios. Las mayores lagunas que los expertos observaron en ese momento fue en el tema del agua. Inicialmente FIU emitió declaraciones prudentes sobre el tema, pero tras la entrega del EIAS al gobierno de Nicaragua por parte de ERM, los científicos participantes han emitido un informe donde exponen su clara preocupación sobre el tema.
Dos meses y 20 días más tarde de las recomendaciones realizadas por los científicos, la consultora ERM hizo entrega del EIAS al gobierno, luciendo improvisado y apresurado.
Los científicos también señalan que el período de tiempo en el que se realizó el estudio -dos años- es un marco de tiempo muy corto para evaluar adecuadamente los impactos a largo plazo de un proyecto con infraestructura a gran escala requieren de varios años de estudios, análisis y planificación para la evaluación apropiada de la viabilidad y de la mitigación.
“Hemos planteado serios cuestionamientos a la escasa evidencia científica que subyace a la evaluación de ERM. Los datos sobre la biodiversidad se restringieron al estrecho corredor a lo largo de los 278 kilómetros del área prevista para el canal, mientras que el impacto del proyecto se extenderá inevitablemente a una extensa franja de los bosques tropicales de Nicaragua. El documento presentado contiene escasa información sobre la geología del área propuesta para el canal”, dice el informe.
Todd Crowl, director del Centro de Investigacion del medio ambiente de FIU, que participó en el taller, dijo al referirse al EIAS, que “un proyecto de está magnitud con tanto en juego requiere de un estudio muy cuidadoso y exhaustivo, el marco de tiempo fue demasiado corto para entender a cabalidad las ramificaciones potenciales del proyecto y los probables resultados”.
En su informe, los científicos determinaron la evaluación de ERM, no mide adecuadamente los impactos potenciales del proyecto, teniendo en cuenta que la recopilación de datos sobre la calidad del agua, la geología, los sedimentos, las especies, la erosión y la pesca, son insuficientes.
Una preocupación clave para los expertos es el agua disponible para el proyecto. Sedimentos limosos serían dragados en el Lago de Nicaragua para –crear- los grandes canales de navegación y el agua del lago se usaría para operar las esclusas (Recinto provisto de compuertas de entrada y salida que se construye en un canal para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de distinto nivel) del canal.
“Lo más inquietante es que se proporcionaron muy pocos datos sobre posibles impactos a la calidad del agua, el flujo y las corrientes para un canal que pasaría por el Lago de Nicaragua, es decir, la mayor fuente de agua dulce de Centroamérica”, expresa el informe.
Los científicos concluyen que si el proyecto de construccion del canal procede Nicaragua sufrirá grandes impactos ecologicos, consecuencias que también sufrirán los países vecinos. “Debido al clima fuertemente estacional de Nicaragua, la cual está sujeta a fenómenos extremos como la sequía y los huracanes“, revelan.
En su informe abordan 15 áreas de interés ambiental que incluye la deforestación, falta de pronósticos climáticos a largo plazo, y los impactos probables sobre la flora y la fauna en peligro de extinción.