Socorro Gross, representante en Nicaragua de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifestó a través de medios oficialistas que hay que seguir las recomendaciones que cada país está dando ante la nube de polvo proveniente del desierto del Sahara, África que se encuentra dispersa sobre el cielo de Centroamérica y del Caribe.
“En este momento yo le diría a la población que hay que estar pendiente a las recomendaciones que va a dar el Gobierno y nosotros como organización monitorear todo lo que son enfermedades respiratorias que son las se afectan más cuando hay nubes de polvo”, dijo durante el lanzamiento de programa Contraloría Saludable.
Además señaló que Nicaragua tiene los planes de emergencia muy bien articulados, donde todas las instituciones tienen su propio plan de respuesta que se articula con el plan nacional y como organización su trabajo es acompañar al Ministerio de Salud, subrayó.
SIN RECOMENDACIONES
El Ministerio de Salud (Minsa) todavía no se pronuncia sobre los efectos que la nube de polvo tiene en la salud; y hace dos días Mariano Gutiérrez, meteorólogo del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) aseguró no tener información de que este polvo tenga efectos negativos en la población.
No obstante la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras explicó que las partículas de polvo pueden provocar problemas respiratorios, malestar en los ojos y empeorar los cuadros de salud en personas con asma.
Además recomendó usar protectores respiratorios, tales como mascarillas o un pañuelo de tela húmedo para cubrir su nariz y boca.
7,000
metros de altura pueden alcanzar las partículas de polvo para transportarse a miles de kilómetros, no son visibles al ojo humano, ya que tienen un diámetro equivalente a la centésima parte de un milímetro, según los expertos.
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