Si bien la inserción laboral de las mujeres ha mostrado en la última década avances, las desigualdades de oportunidad respecto a los hombres sigue siendo el reto a mejorar.
Un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado: El mercado laboral de Nicaragua desde un enfoque de género, muestra que entre los empresarios sigue la percepción errónea que la mujer es una carga económica para las empresas.
Además revela que un hombre cuando accede a un cargo mayor aunque no esté capacitado para él, percibe un mayor ingreso, contrario a las mujeres que aún estando calificadas para el puesto, no les otorgan el aumento salarial debido.
Para Lucy Valenti, miembro de la comisión de género del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), el primer paso entre los empresarios es desarrollar mayor conciencia sobre la importancia de los roles que una mujer puede desempeñar en una empresa.
Valenti insistió en que ese proceso puede llevar entre unos cinco a diez años.