Fuentes extraoficiales indican que la primera comisionada Aminta Granera, jefa de la Policía de Nicaragua, habría removido de su cargo al comisionado general Róger Ramírez, quien fungía como jefe de Managua.
Granera habría llegado al complejo policial Ajax Delgado para tomar la decisión.
En lugar de Ramírez sería nombrado el inspector general Pablo Emilio Ávalos.
No obstante, las fuentes extraoficiales también indican que Ramírez habría recurrido al presidente inconstitucional Daniel Ortega, quien habría dado una contraorden de suspensión temporal de Ramírez, con lo que prácticamente desautoriza a Granera.
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De ser efectiva, esto ocurre tres días después de que miembros de la Policía Nacional, en un operativo antidrogas, masacraran a una familia de civiles inocentes que regresaban de una iglesia, en la comarca Las Jagüitas, Managua.
Producto del ataque que ha sido justificado por la policía como un error, dos niños y una mujer fueron asesinados. Dos menores más continúan luchando por su vida en hospitales de la capital.
Pese a que LA PRENSA buscó la versión policial no hubo respuesta de la oficina de Relaciones Públicas de la Policía. Sin embargo, el vocero policial, Fernando Borge, desmintió la versión a través de un canal televisivo y aclaró “es falso que se haya destituido del cargo al comisionado y jefe de Managua, no sé de dónde sacaron esa información”.