Everth Cabrera sentó un precedente en Nicaragua: no se debe medir seis pies para llegar a las Grandes Ligas, que existen otros talentos que pueden dejar a un lado la barrera de la estatura, que por lo general predomina en el beisbol. Y es con esta idea clara que Ismael Munguía iniciará su persecución del sueño de ser un big leaguer.
Sus 5’10 pies de estatura pueden no ser muy llamativos para la mayoría de los cazatalentos, pero su bateo natural, su fildeo de calidad y, sobre todo, su dominio del juego de pelota fueron argumentos sólidos que llevaron a los Gigantes de San Francisco a apostar por este pelotero chinandegano.
Munguía firmó ayer un contrato con la organización de San Francisco, que ve en él a un jugador competitivo.
“Me ha costado cansancio, agotamiento, dolores y aún así he sabido luchar y Dios me dio la oportunidad de firmar”, comentó el jardinero.
Su potente brazo, su velocidad de 6.7 segundos en 60 yardas son otras razones que explican la firma de este muchacho. Pero hay una más: es un jugador de éxito.
Este pelotero puede darse el lujo de decir que ha sido campeón nacional en cuatro categorías, Infantil A, AA, Juvenil A y AA, además de ganar un tercer puesto en un Panamericano y ser campeón de la Liga Juvenil de Beisbol.
Pero uno de los mayores retos se le presentó este año, en el que fue el primer bate de Chinandega en el Campeonato de Primera División.
Su promedio de .266, ocho dobles, cinco triples, dos jonrones, 27 carreras empujadas, 42 anotadas y 34 bases por bolas hablan de su nivel y dan como aprobada su segunda campaña en la Primera División, aunque fue su primera como titular.
Sandy Moreno, scout de los Gigantes en el país, está más que satisfecho con la firma de Munguía, pues cree haber elegido a un joven con futuro para su organización.
“Muchos dicen que el tamaño de él es una limitante, pero en el juego ese muchacho parece de 6’1. Sabe manejar su bate, su defensiva es muy buena, su velocidad es buena, es agresivo, tiene beisbol en la cabeza y eso es lo que nosotros estamos buscando”, expresó.
Ahora dependerá del pelotero su futuro en el beisbol profesional y el darle la oportunidad a su padre, del mismo nombre y fotógrafo de profesión, de hacerle una fotografía en el AT&T Park de San Francisco.
RESPALDADO
Como el diamante en bruto, el pelotero debe ser pulido y fue ese el trabajo realizado por Lester Loáisiga con Ismael Munguía, el joven pelotero firmado por los Gigantes de San Francisco.
Loáisiga ha sido mánager de Munguía, en las diferentes categorías del beisbol, desde que este tenía 8 años, aunque fue hace ocho meses que estrecharon su trabajo.
El papá del jugador, del mismo nombre, recurrió a Loáisiga, quien se convirtió en el entrenador de este muchacho y su representante. El trabajo ya rindió sus frutos con la firma de su contrato.
42 carreras hicieron de Ismael Munguía el máximo anotador de Chinandega en el campeonato nacional.
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