En el sitio web de Istoé Brasil se revela un escándalo en el cual se señala a Queiroz Galvão como un brazo internacional de Petrobras, que participó en un supuesto desvío de fondos. Esta empresa es la misma que desarrolla el proyecto hidroeléctrico Tumarín en Nicaragua.
Dicha información la dieron a conocer empresas que negocian acuerdos de clemencia con la Contraloría General de la Unión (CGU), que a cambio de indulgencia han ofrecido el esquema de transferencia de dinero que involucra a contratistas de Queiroz Galvão en la Operación Lava chorro.
El periodista de Istoé Brasil, Josie Jeronimo, publica que Petrobras utilizó dos proyectos: Tumarín en Nicaragua y la planta de energía Inambari de Perú, para garantizar un margen suficiente de dinero y pagar supuestos sobornos a políticos.
Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN) fue conformada en el 2009, por un 45 por ciento de la empresa brasileña Eletrobras y un 45 por ciento de Queiroz Galvão, que se hicieron socias del Estado de Nicaragua con un diez por ciento.
Según el reporte, las empresas UTC Engenharia SA, especializada en el área de servicios en ingeniería industrial, y la consultora Engevix, que ofrece servicios de consultoría en ingeniería, integran el brazo que vincula a la empresa de Queiroz Galvão y Eletrobras con la corrupción alrededor del caso de Petrobras en Brasil, donde aún continúan las investigaciones.
En el sitio web http://www.istoe.com.br/reportagens/429012_PETROLAO+NO+EXTERIORpathImagens=&path=&actualArea=internalPage se explica que la demora que se dio en la firma de la concesión de Tumarín fue porque el Gobierno de Nicaragua no estaba de acuerdo con los términos presentados por el contratista.
El conflicto solo habría sido resuelto, según la información proporcionada por los representantes de UTC y Engevix (empresas investigadas), gracias a la intervención directa de la presidenta Dilma Rousseff en marzo de 2014.
PROYECTO FINANCIÓ CAMPAÑA POLÍTICA
De acuerdo con los informes de los mismos emisarios de las empresas que buscan un acuerdo de indulgencia, los contratistas de Tumarín se comprometieron a hacer una donación a la campaña del PT (Partido de los Trabajadores), de tal manera que la presidenta Dilma Rousseff supuestamente habría recibido en su campaña 6.5 millones de dólares de Queiroz Galvão en 2014.
Con esta información que proporcionaron las empresas investigadas, los proyectos de energía que están todavía en las primeras etapas (en Nicaragua y Perú) podrían ser afectados al tratar de recuperarse millones de dólares que retornarían a Brasil.
DIPUTADO LANGRAND: PROCESO ACCIDENTADO
Por su parte, Carlos Langrand, diputado de la Bancada Alianza Partido Liberal Independiente (Bapli), dijo que Tumarín ha tenido un proceso accidentado mucho antes de que se le diera la concesión.
“Los cambios que se hacían y los desacuerdos daban indicios de la falta de seriedad; nosotros hicimos ver nuestra preocupación cuando salió el escándalo de Petrobras, pero ellos dijeron que todo estaba bien, pero nosotros sabíamos que si salían involucrados iban a detener el proyecto. Esta noticia mete más ruido y puede significar que se detenga el flujo de fondos”, explicó Langrand.
Cuando se discutió el precio de la obra en la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Nacional, se hizo ver que la construcción de una hidroeléctrica en Centroamérica era menor al que había propuesto hacer CHN.
“Nosotros dijimos que hidroeléctricas similares en Latinoamérica andaban en costos inferiores; nosotros investigamos que el costo promedio anda en 2.5 hasta 3.3 millones de dólares por megawatt instalado y esta (CHN) andaba en los cuatro millones por megawatt. Tenían un sobreprecio del 35 por ciento mayor a lo estimado, lo hicimos ver y luego más bien le subieron el precio al proyecto”, expresó Langrand.
Hace dos meses fue la última reunión que sostuvo el Gobierno de Nicaragua con los empresarios de Queiroz Galvão, quienes se comprometieron con entregar el proyecto, según lo acordado, en el 2019; sin embargo la obra no se ha comenzado a ejecutar.
Langrand estima que hasta el momento la empresa Queiroz Galvão ha invertido sesenta millones de dólares en la construcción de la carretera y la indemnización de la población.
“Lo que CHN ha invertido en Nicaragua es muy poco para lo estimado del proyecto y lo sustancial no se ha hecho”, explicó el parlamentario.
LA PRENSA intentó hablar con los representantes de la empresa Queiroz Galvão en Nicaragua, pero el vocero de la misma indicó que se debía enviar una solicitud formal.
GOBIERNO TENÍA CONOCIMIENTO
Langrand dijo que el escándalo que se destapa en este caso es del conocimiento del gobierno nicaragüense y es casi imposible que no se manejara la información.
“Utilizaron al país para usar esos montos, (el Gobierno de) Nicaragua no puede alegar que no conocía los costos por megawatt, esa obra fue inflada con la anuencia del Gobierno, no se puede alegar que no se conocían los costos reales, si hay desvío por parte de Petrobras hacia las compañías vinculadas a Tumarín eso se hizo con conocimiento”, agregó Langrand.
El diputado también sostuvo que la construcción del proyecto Tumarín respondía a un acuerdo político entre el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, y el partido de gobierno (FSLN), pero se logró concretizar hasta el año pasado, cuando en diciembre se firmó el contrato de generación.
Con este escándalo Langrand estima que posiblemente el proyecto hidroeléctrico quede paralizado, tal y como se temía desde un inicio, lo que también afectaría proyectos futuros en generación de energía renovable. “Se esperaba que con este proyecto se cubriría el treinta por ciento de la demanda energética y sería un paso para llegar a tener en el 2020 un noventa por ciento de energía verde”, estimó.
DESDE EL 2009 SE ANUNCIÓ
El embajador de Brasil, Luis Felipe Mendoca, hace un mes en conferencia de prensa mantuvo que el proyecto hidroeléctrico Tumarín sería entregado el 28 de febrero del 2019, tal y como lo había anunciado a finales del año pasado.
El precio por megavatio de Tumarín sería de 115 dólares y tendría actualizaciones monetarias cada 12 meses por 39 años de concesión. Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN) ha pedido tres veces prórroga y la última se hizo en el 2014. De 612 establecimientos (casas, escuelas, iglesias y lotes) CHN le pagó a 590 personas. El monto de indemnización asciende a 16.04 millones de dólares. Asimismo se construyeron cincuenta kilómetros de carretera.
DIPUTADO LANGRAND: PROYECTO SOBREVALUADO
Carlos Langrand, diputado de la Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), explica que desde que se negoció la construcción del proyecto hidroeléctrico en el 2009, el precio del proyecto fue sobrevaluado, pasando de 800 millones de dólares a 1,100 millones de dólares, de los cuales 252 millones serían financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y 342 millones de dólares por el Banco de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES) y el resto por los empresarios de Queiroz Galvão y Eletrobras.
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