El tabaco es responsable de millones de muertes en el mundo, convirtiéndose en un serio problema de sanidad pública.
Aún así, muchos fumadores se resisten a dejar de inhalar el humo de sus cigarrillos. Si es su caso, le damos algunas razones en forma de abecedario para que apueste por su salud y abandone esta sustancia tan nociva.
Adicción
La adicción al tabaco es una enfermedad. La nicotina es la droga responsable de que sienta la necesidad de fumar, fumar y fumar; y de que sufra ansiedad si no enciende un cigarro. La adicción a la nicotina es en ocasiones superior a la del alcohol, la heroína o la cocaína.
Bienestar
Tanto físico como emocional, puede verse tremendamente afectado por el tabaco. Los cigarrillos no solo restan años de vida sino también calidad.
Diabetes
Fumar causa diabetes tipo dos. Las personas fumadoras tienen entre un treinta y cuarenta por ciento más de probabilidades de tener este tipo de diabetes. Y las personas que la tienen y además fuman, acusan mayores problemas para controlar su enfermedad.
EPOC
El noventa por ciento de los que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son fumadores. Es una de las enfermedades más típicas de los pulmones, causando dificultad para respirar. Existen, principalmente, dos formas de EPOC: bronquitis y enfisema.
Fumar
En el humo de tabaco hay unos cuatro mil productos químicos conocidos, de los cuales se sabe que, como mínimo, doscientos cincuenta son nocivos, y más de cincuenta cancerígenos para el ser humano.
Además de la nicotina, al fumar introduce elementos en su o cuerpo como alquitrán y monóxido de carbono, y sustancias químicas como arsénico y formaldehído (gas que se usa para preservar animales muertos).
Gestación
Fumar durante el embarazo puede acarrear serios problemas en la gestación del feto. Desde complicaciones como nacer de forma prematura hasta la muerte súbita del lactante.
Hígado
Estudios estadounidenses apuntan que el tabaco puede agravar el hígado graso y determinar el desarrollo de una enfermedad hepática avanzada como la cirrosis.
Infarto
El tabaquismo se ha convertido en el principal factor de infarto cerebral en personas jóvenes. Además de insomnio.
Juventud
Es lo que va a perder si no deja de fumar. Además, se calcula que cada día empiezan a fumar entre ochenta y dos mil y noventa y nueve mil jóvenes.
Kilos
Muchas personas encuentran en el miedo a engordar una excusa para no dejar el tabaco. Si controla la ansiedad, no tiene por qué ser así.
Laringe
Cualquier tipo de humo irrita los tejidos de la garganta. Además, la exposición frecuente al humo del tabaco es causa de Laringitis crónica, que puede llegar a provocar que tu voz sea más profunda o débil.
Muertes
Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco mata cada año a seis millones de personas, y a menos que se tomen medidas urgentes, la cifra podría alcanzar los ocho millones en 2030.
Neumonía
La neumóloga Isabel Nerín indica que “el humo del tabaco produce una agresión importante contra el aparato respiratorio disminuyendo los mecanismos de defensa”, por lo que en la neumonía, que es una enfermedad infecciosa, sus gérmenes pueden colonizar de una manera más fácil en el paciente fumador.
Niños
El humo del cigarro también afecta a quienes no lo consumen directamente. Según la OMS, unos setecientos millones de niños respiran aire contaminado por humo de tabaco.
Olfato
Fumar provoca la reducción del sentido del olfato debido a daños en los nervios que pueden volverse permanentes. Dejar de fumar favorece la recuperación de los sentidos.
Piel
El tabaco destruye el colágeno acelerando el envejecimiento de la piel.
Reflujo gastroesofágico
Se trata de un trastorno que provoca que el contenido ácido del estómago suba al esófago, pudiendo producir también acidez de estómago.
Raquitismo
Aunque la principal causa de esta enfermedad de debilitamiento de los huesos es la falta de consumo de calcio y vitamina D, el raquitismo también se asocia al consumo del cigarro ya que contiene productos inhibidores de la vitamina D.
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