Bajo protesta por considerar “sin razón e ilegal” el despido del doctor Pedro Rafael Miranda Castilla, los médicos del Hospital Escuela Asunción, de Juigalpa, normalizaron ayer la atención en consulta externa y resintieron que se responsabilice a un médico o enfermera si ocurre una muerte, cuando las autoridades y el sistema de salud no garantizan los recursos humanos, logística y medicamentos.
Mientras los trabajadores de diferentes áreas del centro asistencial se daban a la tarea de descongestionar ayer la saturación de pacientes en el hospital, los médicos, especialistas, internos y estudiantes reanudaron sus labores que suspendieron el pasado miércoles en solidaridad con el despido del doctor Pedro Rafael Miranda Castilla.
Al mencionado doctor se le atribuye presunta negligencia médica en el caso de Joselin Yasnary Miranda (delicada de salud en un hospital de Managua) y la muerte de Mabel Elieth Álvarez, cuyo bebé quedó en estado parapléjico.
“El pueblo no tiene responsabilidad, no tiene culpa de los desmanes de las administraciones de salud, el pueblo mismo debe darse cuenta cómo estamos trabajando, sobre qué presiones que no son los médicos y personal de salud que tienen que cargar las consecuencias de cualquier cuestión que aquí ocurra. Somos un hospital regional que atendemos cuatro zonas diferentes, estamos sobrepasados humanamente y recuerden que somos humanos, estamos sobresaturados”, expresó el doctor Omar Martínez, especialista en Ginecología.
“En mi sala tengo 16 camas con 35 pacientes, con una sola enfermera para vigilar… tenemos un solo médico general para cubrir 35 pacientes embarazadas, que es el sitio priorizado, donde tenés que vigilar cada dos o cuatro horas las frecuencias del corazón, los signos vitales y un montón de cosas, ¿quiénes se exponen al riesgo que pase una cuestión? Se muere un bebé dentro de la madre y la responsabilidad es de la enfermera o del médico y ¿la institución dónde está? La norma internacional te dice que entre cuatro y seis pacientes deberían ser atendidos por cada médico o enfermera”, refirió el doctor.
NO AFECTAR A ENFERMOS
La medida de normalizar la atención fue aplaudida por pacientes que se encontraban angustiados. Julián Francisco Quintanilla llegó desde Acoyapa con su madre Concepción Quintanilla, de 90 años, aquejada de cáncer. “Ya perdió una mano, los pacientes no tenemos culpa de los problemas de ellos, necesitamos que nos atiendan”, dijo.
María Pilar Guzmán salió desde el miércoles de su comunidad, ubicada en el municipio de El Castillo, Río San Juan, y ayer esperaba con su tierno de 2 meses que nació con una “pelota en la cabeza y mucho llora, me mandaron a hacerle aquí una placa para una cirugía, ojalá que se apiaden de mi muchachito”.
SE VA PORQUE SÍ
Al momento que los médicos mantenían su protesta reconcentrándose en el auditorio del hospital, el doctor Omar Martínez, especialista en Ginecología, refirió que en la reunión rutinaria de las 7:00 de la mañana de ayer, el delegado del Silais, Samir Aguilar, les dijo que “el médico (Pedro Rafael Miranda) se va porque él no lo quiere aquí… que podemos hacer lo que queramos y que no lo va a reintegrar, entonces ¿cuál es la justificación, cuál es la postura gubernamental y si esa va a ser hacia nosotros, qué nos espera?”