Alemania y Austria han solicitado al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, la celebración de una cumbre extraordinaria de la UE la próxima semana para afrontar la crisis de los refugiados, anunció la canciller alemana Angela Merkel.
La solicitud se da un día después de que los ministros de Interior de los 28 países de la UE no lograran un acuerdo sobre la propuesta de Bruselas de reubicar a 120,000 refugiados que están en Hungría, Italia y Grecia.
En una rueda de prensa en Berlín tras mantener un encuentro con el canciller austríaco, Werner Faymann, Merkel subrayó la necesidad de que los líderes europeos, al margen de las cuotas que debaten los ministros del Interior, aborden cuestiones como la ayuda a los países de origen de los refugiados y la creación de más centros para el registro de los solicitantes de asilo en las fronteras exteriores de la UE.
Merkel apeló a la necesidad de recuperar “el espíritu europeo” para la búsqueda de soluciones ante un desafío como la acogida de los refugiados.
La canciller defendió la decisión de Alemania de restablecer los controles fronterizos para “mejorar” el registro de los solicitantes de asilo que llegan al país y por razones de seguridad, una semana después de haber abierto sus fronteras de forma “excepcional” por motivos humanitarios.
RECORTAR FONDOS
El titular del Ministerio del Interior alemán, Thomas de Maizire, en declaraciones a la televisión pública ZDF consideró que es necesario comenzar a hablar de “medidas de presión” contra aquellos países que se niegan a un reparto equitativo. Entre estas naciones están Hungría, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Rumania.
“El hecho es que estamos lejos de una cuota de reparto permanente”, lamentó el ministro, quien criticó que a aquellos países que se niegan, “no les pasa nada”, sino que los refugiados “sencillamente les pasan de largo”.
En este sentido se sumó a la propuesta del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, quien se refirió a la posibilidad de responder a estos países con un recorte de los medios que reciben de los fondos estructurales comunitarios.
HACEN EL RIDÍCULO
El vicecanciller alemán y ministro de Economía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, afirmó que Europa hizo de nuevo el ridículo, al no lograrse un acuerdo para hacer frente a la crisis de los refugiados y advirtió que Alemania no está dispuesta a continuar siendo el país que paga.
Merkel rechazó hablar de sanciones a quienes no acepten las cuotas, ya que las “amenazas no son el camino para la unidad”.
Menos contundente en el rechazo fue el canciller austríaco, el socialdemócrata Faymann, según el cual a los países “contribuyentes netos”, como Austria y Alemania, sí les corresponde “analizar” los recursos financieros que reciben los restantes socios.
“No se puede pisotear el derecho de asilo”, enfatizó Faymann, para recordar que la UE recibió el Premio Nobel de la Paz (2012) por su defensa de los derechos humanos.