La piel es muy vulnerable y requiere de mayor cuidado en época de calor. La recomendación principal es hidratación: tomar abundante agua, lo más recomendable es el consumo de dos litros de agua, no obstante si las temperaturas son muy altas se aconseja ingerir entre tres y cuatro litros de agua.
La alimentación también es un elemento básico, explica Karla Ulloa, especialista en dermatología. Debe ser ligera, basada en el consumo de frutas y verduras, es decir, alimentos con gran contenido de agua que permitan hidratar el organismo de cualquier ser humano.
Hidratar la piel con cremas humectantes es otro consejo. Además se aconseja evitar la exposición del sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., porque es cuando los rayos están más perpendiculares y afectan más la piel.
“Es importante evitar las actividades físicas o los ejercicios al aire libre en estos horarios porque pueden provocar sudoración profusa y darnos otro tipo de daños”, dice Ulloa.
El vestuario es importante. La ropa fresca a base de algodón es la más aconsejable para usar en temporada de calor. Si se va a exponer al sol, camisas mangas largas, sombreros, lentes de sol, sombrillas son elementos que se pueden usar para protegerse de los rayos solares.
Los bloqueadores son fundamentales, pero es importante saber que estos se deben usar a partir de los 6 años de edad y se deben aplicar cada cuatro horas.
El protector solar debe tener una protección de al menos 50. El rostro, el cuello, las áreas de los brazos, las orejas, el área del escote, las piernas y la nuca son las zonas que más se deben proteger de los rayos solares, es decir toda parte del cuerpo que esté expuesta.
Los niños pequeños no deben ser expuestos a los rayos del sol ni colocarles protector solar. También deben tener más cuidado las mujeres embarazadas y aquellas que toman píldoras anticonceptivas, ya que este medicamento produce mayor absorción de la radiación solar, dijo la especialista.