Todos necesitamos de estos vitales sentidos que son el gusto y olfato, pero hay quienes realizan su trabajo con estos dos órganos de los sentidos. Es el caso de los chefs, perfumistas, catadores y personal de la industria alimenticia.
Las personas que no pueden oler o saborear tienen alteraciones quimiosensoriales, en el caso del gusto el problema lo encontramos en las papilas gustativas que se localizan en la lengua, paladar blando, úvula y tercio superior del esófago.
También el problema puede estar en el cerebro.
Para evaluar el sentido del gusto pedimos al paciente que cierre los ojos y saque la lengua, se colocan gotas de solución azucarada, vinagre y sal en la punta y tercio posterior de la lengua y se interroga sobre el tipo de sensación que experimenta.
Causas comunes de pérdida de la sensación del gusto son el efecto colateral de tomar medicinas contra padecimientos reumáticos o anticancerosos, captopril y penicilamina.
La mala higiene bucal, diabetes, cáncer, malfuncionamiento del hígado, riñones o tiroides, parálisis facial periférica, desnutrición o enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.
La carencia de cinc o vitamina B. Los receptores olfatorios se encuentran en la nariz y la exploración de esta función también la hacemos mandando a cerrar los ojos y exponiendo al paciente al olor de café, chocolate y aroma de rosas.
Puede perderse el olfato por enfermedades obstructivas o inflamatorias locales de la nariz, en especial rinitis alérgica crónica y severa, infecciones virales, lesiones de la cabeza que dañan nervios y el envejecimiento normal.
Otras causas se detectan en afectados de sinusitis crónicas, uso de gotas nasales descongestionantes, consumo de cocaína, cáncer, mal funcionamiento del tiroides, hígado y riñones, diabetes, mal de Parkinson, esclerosis múltiple y carencia de vitamina B-12.
Estos problemas deben ser consultados con el médico internista y el ORL.
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