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Julio, el mes de las revoluciones

Tanto liberales como sandinistas los días once y diecinueve de julio celebran respectivamente sus revoluciones. Los liberales, ahora fuera del poder, lo hacen por medio de sus ideólogos, publicando artículos enalteciendo al partido y a sus prohombres.

En la página de opinión de LA PRENSA del día 11 de los corrientes, aparece un artículo del doctor Virgilio Gurdián, en el que se refiere a lo que cree han efectuado los gobiernos liberales, olvidando referirse a lo negativo, lo que hubiera convertido a su artículo en un juicio histórico.

Los liberales modernos quieren hacernos creer que el liberalismo nació a partir del 11 de julio de 1983, cuando José Santos Zelaya se hizo del poder con una revuelta militar. El Partido Liberal ya existía después de la independencia y son conocidos los nombres de sus dirigentes: doctor Francisco Castellón y general Máximo Jerez, lo que ocurre es que los liberales quieren que olvidemos, que, ante la imposibilidad de tomar Granada, sitiada infructuosamente durante nueve meses, hace que Castellón pida una intervención armada a Trinidad Cabañas y concedida es enviada una lúcida tropa al mando de los generales Francisco Gómez y Marcelino Licona, los que fracasan y es entonces que Francisco Castellón firma su famosa contrata con Byron Cole, para traer a luchar contra los conservadores una tropa de trescientos hombres armados, a quienes se les ofrece paga y tierras. Eso los avergüenza y por ello prefieren que el liberalismo nazca con la sanguinaria dictadura de Zelaya.

Es verdad que Anastasio Somoza García contrató al comunista mexicano Lombardo Toledano para que cooperara en la redacción del Código del Trabajo promulgado en 1945, que aún está en vigencia y también es cierto que Ramiro Sacasa Guerrero fue el primer ministro del Trabajo, pero olvida el doctor Gurdián manifestar que el Código del Trabajo fue letra muerta, que el sindicalismo era tildado de comunista y perseguidos sus dirigentes y que surgieron los sindicatos “blancos”, especialmente de maestros, y que Nicaragua fue el último país de Centroamérica en que entró en vigencia la Seguridad Social, sirviendo en la época de las “vacas gordas” como caja chica de la dinastía somociana.

La Ley de prole numerosa a la que se refiere el doctor Gurdián, cuyo verdadero nombre es Ley de protección a la familia de prole numerosa, no fue una ley liberal, aparece en el Decreto N° 361 y fue aprobada el 26 de octubre de 1958, fue un proyecto de Ley del dirigente conservador de Chinandega doctor Juan Munguía Novoa; lo mismo ocurrió con la Ley del voto femenino y con la Ley de Reforma Agraria, presentada por el diputado Julio Ycaza Tigerino, todos conservadores, no con el ánimo de hacernos hacia la izquierda, sino de hacer honor a la justicia, uno de nuestros principios inmutables.

El autor es abogado y político conservador.

Opinión liberales sandinismo
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