Algunos conmovidos porque el coronavirus llegó a Nicaragua han movilizado el miedo y la incertidumbre. Por otro lado, los medios de comunicación de la familia gobernante en el país, en su intento por acallar y desmentir las voces de los medios independientes, se frustran por la falta de credibilidad pues no pueden decir la verdad ante esta mortífera enfermedad. No hay confianza en ellos por el secretismo.
En los medios paraestatales (orteguistas) no hay una entrevista en la que un médico no saque a relucir: “Gracias a la compañera Rosario”. Lo único que se ve y se escucha de esos galenos es la sumisión absoluta a la compañera de Daniel Ortega. ¿O son utilizados por los voceros y operadores oficialistas para repetir el mismo guion? Está por aclararse y verse.
En la Tierra han surgido pandemias como la gripe A (H1N1) en 2009, el ébola entre 2014 y 2019 (solo por mencionar estos dos), pero ninguno ha cobrado tanta preocupación en la gente como el Covid-19, ni ha escalado tanto interés en los medios de comunicación.
Durante la crisis de este coronavirus Canal 10 ha ofrecido espacio a médicos “sandinistas”, médicos privados y de la Unidad Médica Nicaragüense. “El Minsa pidió al Canal 10 dar a conocer a la población su plan de trabajo respecto a la pandemia”, señaló Mauricio Madrigal, director de prensa de ese medio de televisión. Conversando con el funcionario del medio televisivo me dijo lo siguiente: “Por la incapacidad de los medios oficialistas de llegar con el mensaje a la población, sugiere lo siguiente: se debería hacer campaña orientadora sin tintes políticos ni gubernamental en distintos medios”. Y agregó:
“Creemos que nuestro periodismo puede ayudar a la gente a tomar decisiones basadas en una buena información en estos tiempos inciertos”, subrayó por su parte el periódico canadiense Globe and Mail, que lanzó una iniciativa similar.
El avance del Covid-19 una vez más vino a dividir al gremio de comunicación. Para algunos hay conmoción y para otros hay aparente normalidad. Creo que hay que evitar las reacciones distintas sobre la gravedad porque podría provocar clímax.
Ante la zozobra que aún prevalece y para evitar suspicacia, se debería convocar a todos los medios de comunicación, los independientes y los oficialistas, para que representantes de la Organización Panamericana de la salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) les expliquen el plan de trabajo respecto a la pandemia que realizan en el país, y si hay que alertar o no a la población. De nada sirve que la señora Murillo trate de sacar provecho de esta situación con la trompeta de Jericó anunciando la victoria.
El autor es periodista, vicepresidente de la APN.