Como siempre en octubre los católicos celebramos el Santo Rosario, recordamos la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias proclamada por el papa San Pío V. Al año el papa Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario.
Y los católicos repetimos una y otra vez la batalla contra los musulmanes, pero se nos olvida que el Santo Rosario sigue siendo el arma contra todo mal. “¡Pobres de aquellos que dictan leyes injustas y ponen por escrito los decretos de la maldad” (sic.).
María, madre mía, quizás varios no volvamos a escribir temporalmente, pero hoy clamo a ti para recordarte la profecía del Magnificat que cantaste en casa de Isabel.
Nicaragua es un país que no supo valorar la libertad, es una vergüenza para las generaciones futuras que por capricho personal se prefirió sacrificar la libertad antes que anteponer el interés personal, a como fue el que llevó al poder al dictador.
Israel fue enviada a Babilonia porque todos pecaron, no supieron valorar la libertad ni la vida de la que muchos gozaban, el castigo viene por el pecado tanto de los gobernantes como del pueblo.
Sin embargo, tenemos el ejemplo de Nínive, en donde el arrepentimiento de grandes y pequeños (hasta los animales ayunaron) llevó a la bondadosa misericordia del todopoderoso a tener compasión por ese gran pueblo que por un momento se arrepintió sinceramente.
Ahora los gobernantes imponen leyes que ellos no cumplen, establecen leyes absurdas para los que no piensan como ellos y se adueñaron de las fuerzas armadas como propiedad personal para reprimir a los nicaragüenses, como si fueran fuerzas enemigas sin el menor sentimiento de compasión de acuerdo con los muchos testimonios de los presos políticos que fueron expuestos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que hizo cambiar de posición al secretario general del organismo hemisférico.
Octubre es el mes propicio para orar por esa gente, para que Dios toque el corazón de esos otros nicaragüenses que hasta el momento han llegado a convertirse en otra figura no humana, esto es un mandato de Jesús.
Este mes de octubre los católicos debemos hacer oración por ese gran pueblo estadounidense, para que Dios le dé sabiduría, que no cometa error de llevar al poder al partido político que fortaleció las dictaduras en América Latina, que promueve el aborto en todo el mundo.
Así fue en Venezuela, se dejaron engañar y ahora es el país más pobre del continente.
Además, Nicaragua sufriría porque las posibilidades de liberarnos se alejarían por mucho tiempo, el régimen se fortalecería y la nación norteamericana, al igual que en tiempos de Obama, se quedaría mirando al continente africano.
El autor es comentarista político.