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El totalitarismo

Existe mucha confusión en cuanto al término totalitarismo, por lo que vale la pena explicarlo.

La enciclopedia VOX lo define como: “la intervención del Estado en todas las esferas de actuación del individuo, eliminando sus derechos subjetivos…”

El totalitarismo moderno se debe a Benito Mussolini, creador del concepto: “No solo nada contra el Estado, sino que además nada sin el Estado”. Tiene sus antecedentes en la teoría de las elites, inspirada en Vilfredo F. Pareto y Georges Sorel, quienes sostenían que el principio de la igualdad y el de la mayoría para resolver los asuntos públicos, sostenidos por el liberalismo, son absurdos manteniendo que la sociedad debe ser dirigida por minorías esclarecidas a la cual las masas deben seguir indefectiblemente.

El concepto de Estado totalitario implica que este puede entrometerse en todas las actuaciones de las personas, aunque sus derechos estén protegidos por la Constitución y las leyes. En un Estado totalitario no se puede hacer una reunión política, bajo techo, ni se pueden manifestar públicamente; tampoco hay libertad de movilización con fines de organización política, ni se permite, más bien se persigue, la libertad de expresión u opinión en contra del Estado.

El totalitarismo concibe al Estado como la suprema razón de ser de los individuos o de las organizaciones, como las sociedades o las ONG. Y no se respeta ni las organizaciones religiosas, salvo que sean un brazo político del Estado.

Aunque históricamente hayan existido soberanos absolutos que tenían hasta el derecho sobre la vida, el totalitarismo es considerado como fenómeno privativo de la época contemporánea, ya que es hasta modernamente que los gobiernos disponen de los medios técnicos, sociales y políticos, capaces de invadir el campo privado donde se mueven los individuos y las organizaciones civiles, para convertirlos en simples instrumentos del Estado.

No puede confundirse con el comunismo, ya que este propugna por la igualdad de todos los hombres en las labores de producción, su fórmula final es: “cada cual según su capacidad; a cada cual según sus necesidades”. Esta es la utopía marxista, ya que, en la Unión Soviética, siempre gobernó una elite (nomenclatura) y nunca se pasó de la dictadura del proletariado, ya que es imposible la igualdad perfecta que haga innecesaria la existencia de un gobierno.

Son características del totalitarismo: la exaltación mística de la patria, de la raza o de una determinada ideología política y el culto a la fuerza como motor del destino histórico.

Escrito lo anterior, me pregunto: ¿Qué clase de gobierno nos desgobierna?

El autor es abogado. Fue dirigente del Partido Conservador de Nicaragua.

Opinión totalitarismo
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