En marzo 2020, Estados Unidos destinó ayuda para asistencia de emergencia en salud. Nicaragua no fue parte de ese paquete. Las ayudas continuaron por parte del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el resto de países centroamericanos recibieron ayudas millonarias por ser transparentes con la información de la pandemia.
Nicaragua perdió ayuda solo por capricho de un agotado, por el hecho de brindar información falsa que ni ellos mismos se la creen.
A nivel mundial, ni los países más pobres del mundo han tenido que recurrir a un préstamo internacional para rescatar una institución de seguridad social. Lo que el dictador ha hecho es vergüenza mundial. Pero qué va, la dictadura no la conoce, si llevo al país a ser el más pobre ahora de América Latina.
La acusación del Departamento del Tesoro, hace un año, parece ser cierta. De lo contrario, ¿cómo explicar que utilice dinero del Fondo Monetario Internacional (FMI) al que tanto odia el dictador y familia, el que tenga que rescatar por unos meses a los pensionados? Cuando fuimos asegurados cotizamos lo suficiente para tener derecho a una pensión digna, sin embargo, nuestros aportes se los desvalijaron, y después, con un decreto de lesa humanidad nos despojaron del 40 por ciento del valor a recibir de la jubilación a partir de febrero 2019, y a los jóvenes los dejaron sin derecho a jubilarse, si a esos que andan protegiendo al dictador, el dictador no vela por ellos, que analicen ese decreto salido del averno.
La pandemia y la situación política causada por el régimen dejaron al desnudo que los ahorros que supuestamente deberían estar en resguardo seguro y por ende sus finanzas, comprobaron con la llegado de los malos tiempos que no fueron bien administrados.
El dinero cuando es ajeno, cuando no cuesta, ni se tiene conocimiento de lo que significa seguridad social se comienza a despilfarrar. Tal fue el caso del sancionado director del INSS que a los pocos días de haber llegado ordenó que de los fondos de las reservas técnicas que garantizaban el pago a las futuras pensiones, se utilizaran para efectuar derroches a caprichos y soberbias. El resultado es este, buscar dinero ajeno para pagar pensiones.
Casi 74 millones de dólares, 2,084.8 millones de córdobas del préstamo que otorgó el FMI el régimen lo utiliza para parchar las finanzas, lo que significa que la institución no tiene regreso.
Que no se asusten los pensionados, el Estado garantiza las pensiones, pero todos los gastos de pensiones y derroches los asume el pueblo nicaragüense.
El anuario del año 2013 demuestra que el INSS quebró. No fue por ningún reclamo justo.
El autor es comentarista político.