El 30 de diciembre del año recién pasado, el congreso de Argentina legalizó el aborto en las primeras 14 semanas de gestación. Resulta que es igual a tres meses y medio de embarazo, es cuando el embrión pasa a denominarse feto debido a que se ha formado la figura humana. Un dato interesante es que a partir de la semana 12 embrionaria el futuro bebé ya abre y cierra la boca, según la opinión de varios especialistas.
Lo que el presidente de Argentina mandó a legalizar no es un aborto, es un crimen disfrazado de aborto. La ley obliga a las entidades de salud a practicarlo, aunque el médico se declare en objeción de conciencia.
La ironía del destino, mientras el papa Francisco, argentino, defiende la vida, el presidente de su país la manda a matar.
La mujer tiene el maravilloso don de dar vida y la pareja puede decidir el momento oportuno para traer al mundo a un niño, porque existen diferentes métodos de planificación, tanto para el hombre como para la mujer, es mejor planificar que abortar, el embarazo y el aborto no es solo responsabilidad de la mujer.
Basta ver los videos en redes sociales sobre el procedimiento del aborto cuando el niño es descuartizado y muere como dice un documental, “un grito en el silencio”.
Pero el aborto, se realice de manera clandestina o “legal”, como ahora será en Argentina, provoca consecuencias psicológicas en la mujer, diferentes estudios disponibles en internet dicen que el sentimiento de culpabilidad provoca ansiedad de pánico en la mujer que se lo practicó, algunas experimentan sensación de estar amamantando al niño o tenerlo entre sus brazos.
En Nicaragua, la oposición debe definir claramente a qué lado de la acera se encuentra, esto porque nuestro pueblo es eminentemente religioso y ni católicos ni evangélicos respaldan el aborto sea clandestino o legal y al final es un punto valioso que ayuda a inclinar la balanza a nuestro favor.
Pero aborto también es cometer crimen contra un ser humano que habiendo nacido libre, se le quiera interrumpir su vida solo por no estar de acuerdo con el pensar o actuar de otra persona poderosa momentáneamente por estar al amparo de las armas.
El aborto, es decir que en Nicaragua se tiene inmunidad de rebaño para enfrentar el Covid-19, pero el que lo dice no va al mercado Oriental a practicar con el ejemplo.
Aborto es haber terminado con la vida de don Justo Rodríguez, que ha horrorizado al país y al mundo.
A propósito de la Navidad, San José no pensó que María abortara, la iba a abandonar en secreto, hasta que supo la verdad.
El autor es comentarista político.