Un día como hoy, el 2 de marzo de 1926, hace 95 años, un gran periodista nicaragüense, Gabry Rivas, junto con los empresarios Enrique y Pedro Belli, suscribieron una sociedad anónima llamada “Compañía Talleres Gráficos La Prensa”.
Jamás se imaginaron que estaban creando una institución que al devenir de nuestra historia patria, se convertiría en un baluarte de las libertades; representase en muchos momentos la conciencia y voz de la nación; se erigiese en punto de referencia a nivel continental y construyese al correr de los años una República de Papel como la llamó uno de sus directores históricos, Pablo Antonio Cuadra, y llegando su Director Mártir Pedro Joaquín Chamorro Cardenal hasta el paroxismo de entregar la vida, acribillado vilmente a balazos una triste y sombría mañana de enero de 1978 en una calle de Managua, por querer crear y trasformar, lo que el papel inspiraba, la República.
Para el año de 1930 el doctor Pedro Joaquín Chamorro Zelaya, historiador, novelista, polemista, gramático, humanista y cofundador de la Academia de la Lengua de Nicaragua, compra el 50 por ciento de las acciones de la compañía y para 1932 ya tiene en su poder el 100 por ciento de la nueva empresa. Dura fue la tarea del doctor Chamorro Zelaya, tratando de posisionar a LA PRENSA como el mejor periódico del país. En esos años cuando los periódicos constituían la principal fuente de información, circulaban en Managua una serie de diarios poseedores de magníficas plumas, entre los que sobresalía: La Noticia, nacido en 1915 de clara tendencia liberal, fundado por Juan Ramón Avilés. Flecha, de Hernán Robleto Huete. La Nueva Prensa, fundada también por Gabry Rivas. La Estrella de Nicaragua fundada por Adolfo Altamirano Browne. Novedades, editado en un buen espacio de tiempo por Leonardo Lacayo Ocampo, Manuel F. Zurita y Agenor Argüello; y en León, El Cronista, fundado por Gustavo A. Prado; y El Centro Americano de la familia Abaunza Salinas.
En 1948 Pedro Joaquín Chamorro Cardenal regresa al país, graduado de la Universidad de México, reforzándolo y asumiendo la subdirección hasta la muerte de su padre en 1952, cuando asumió el cargo de director.
La vida de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y la de LA PRENSA están tan unidas, que muchas veces resulta difícil distinguirlas. Chamorro Cardenal hizo del periódico una tribuna, una torre, un faro para denunciar las injusticias y arbitrariedades de los gobiernos de los Somoza. Su muerte por asesinato sin lugar a duda es el detonante de la revolución del año de 1979. Ese acto tan violento y traumático fue el cruce de Rubicón, en nuestra historia, lo que vino después fue una consecuencia.
Al iniciarse el nuevo gobierno la familia de los dueños de LA PRENSA, como todas las familias en Nicaragua, se dividió. De sus entrañas surgió El Nuevo Diario, que tuvo como director fundador a Xavier Chamorro Cardenal, y un hijo de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, Carlos Fernando Chamorro Barrios, fue el director de Barricada, el periódico oficial del gobierno sandinista.
Después de la elección de 1990, con el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, LA PRENSA tuvo que enfrentar otro conflicto, por un lado la viuda de su director era la cabeza del gobierno, por otro lado, estaba la imperiosa necesidad de ejercer la libertad de prensa, mantener la independencia del periódico y denunciar y señalar los errores. El periódico optó por lo segundo y mantuvo su independencia.
El actual director de LA PRENSA, Jaime Chamorro Cardenal, ha tenido que lidiar con nuevos retos: la polarización que vive el país, la depresión económica, y, por último, la pandemia. Pero lo que más ha golpeado ha sido la irrupción de las redes sociales, que han puesto de rodillas a la mayoría de los periódicos del mundo.
95 años de vida son toda una proeza. Hoy LA PRENSA llega a ese aniversario y los que la queremos y sabemos lo que significa en nuestra vida y cultura de nación, le deseamos otros 95 años más. Mis felicitaciones.
El autor es abogado.