Mucho se ha hablado de las condiciones mínimas para ir a elecciones en noviembre próximo, desde mi perspectiva son tres grandes requisitos previos.
La primera, vigencia plena de las libertades ciudadanas, porque sin libertad de expresión, organización y movilización no puede haber proceso electoral. La segunda, lógicamente, es la liberación de todos los presos políticos, a como lo demandan todas las organizaciones políticas y sociales opositoras, así como la comunidad internacional. Y la tercera condición es la puesta en marcha de los siete puntos elementales o reformas electorales recomendadas por la Asamblea General de la OEA del 20 de octubre del año pasado y aprobada por las 20 naciones más grandes y democráticas del hemisferio occidental.
Aunque se han divulgado mucho estos siete puntos, ahora que ya se acerca el plazo de cumplimiento (mayo) que fijó la OEA y en vista de que faltando tan solo un mes no se ha cumplido aún con ninguno de ellos, voy a retomarlos en este artículo como “ayuda memoria”, para refrescarlos y que todo el mundo los tenga presente.
1. Modernización y reestructuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) para garantizar que funcione de forma totalmente independiente, transparente y responsable.
2. Un proceso político pluralista que conduzca al ejercicio efectivo de los derechos civiles y políticos, incluidos los derechos de reunión pacífica y la libertad de expresión, y al registro abierto de nuevos partidos políticos.
3. Un examen técnico independiente, la actualización de los registros de votación y una auditoría independiente de las listas de votantes.
4. Observación electoral internacional, independiente, fidedigna y acreditada.
5. Un registro de votantes transparente y efectivo, la distribución de tarjetas (cédulas) de identificación y la gestión de centros de votación.
6. Un recuento y consolidación transparentes de los resultados y la publicación de los resultados en tiempo real.
7. Procedimientos adecuados para la presentación de quejas sobre la conducción de las elecciones y sus resultados, así como procedimientos para resolverlos.
La resolución fue aprobada con una advertencia muy clara por los promotores de la resolución (Canadá, Chile, Paraguay, Colombia y Estados Unidos), encabezados por el embajador de Canadá Hugh Adsett, quien en su intervención, luego de la histórica votación aprobada por 20 Estados, 2 en contra y 12 abstenciones, dijo lo siguiente: “El hecho de que Nicaragua no actúe en esta resolución, solo resultará en mayor aislamiento y mayor sufrimiento para los nicaragüenses. Canadá tiene una larga historia de trabajar con Nicaragua para luchar contra la pobreza y apoyar el desarrollo económico. Al implementar esta resolución confiamos en que los dos países puedan avanzar y ello abrirá un nuevo capítulo de cooperación que beneficiará al pueblo de Nicaragua”, manifestó el embajador canadiense.
Estos siete puntos deberían ser implementados antes de la convocatoria a elecciones generales, a más tardar en mayo, establece la resolución de la OEA, pero hasta el momento no se ha cumplido en ninguna de sus recomendaciones.
Recientemente el diputado oficialista Wilfredo Navarro dijo que pronto se discutirán en la Asamblea las reformas electorales para “perfeccionar” el sistema electoral de Nicaragua y que solamente serían convocados a consulta los partidos políticos con personalidad jurídica.
Si en un dado caso no se reformase el reglamento que establece un padrón pasivo de ciudadanos que no han votado en dos elecciones anteriores y hubiesen elecciones con las condiciones mencionadas, miles de ciudadanos podrían verse frustrados en su derecho al voto, porque al no votar en dos elecciones consecutivas pasan a formar parte del padrón pasivo, en amarillo.
Esto debe ser anulado, todo ciudadano con una cédula de identidad vigente debe de tener derecho soberano a elegir, lo contrario sería considerado un fraude masivo por exclusión ciudadana.
El autor es periodista, exministro y exdiputado.