En la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis iban en retirada, tenían la orden de destruir todo lo que pareciera bueno, incluyendo monumentos históricos, bibliotecas.
En realidad, la perversidad de la dictadura y sus cómplices no tiene límites, las remedo, mal llamadas reformas electorales, estoy seguro que son las primeras en proponerse en la faz de la tierra sobre ese tipo, todo eso es cobardía, miedo, porque saben que están perdidos, por eso no les importa hacer cualquier cosa, por perversa que sea, la comunidad internacional les tiene sin cuidado.
La dictadura no ve las elecciones como una oportunidad, las ve como un peligro mortal que no está dispuesta a enfrentar limpiamente porque las perdería y como no las puede evitar, en su huida levanta tranques cargados de explosivos para eliminar al candidato más peligroso.
Pero eso no es lo peor, lo peor es que todavía no llega la unidad a pesar de todo lo que hace la dictadura en contra de su enemigo, el pueblo.
Hace unos días se filtró una lista de diputados que dio mucho de qué hablar.
En realidad, ese listado no debería ser factor determinante a estas alturas del partido. Apenas salió a luz el asunto de las reformas el listado quedó en el olvido.
Vengo exponiendo desde hace años que el proceso de unidad debe conformarse únicamente con la fórmula presidencial, nada más. En Nicaragua, solo existe una primera vuelta, si la oposición presenta dos candidatos el dictador ganaría fácil y legítimamente, independientemente del porcentaje de votos que obtenga.
Otra cosa que argumentan los que no tienen nada que ofrecer es que todo debe ser transparente, quieren ser diputados, pero, ¿qué han realizado para merecerlo? ¿Por qué no conformaron su partido político?
En el caso de Ciudadanos por la Libertad (CxL), han despejado esa duda en el sentido que ellos otorgan la casilla para presidente. Ellos han trabajado duro para organizar ese partido político, ¿por qué lo van a entregar?
Una lista de diputados solamente serviría para otro factor de desunión entre los llamados oposición.
Lo que Nicaragua necesita es un presidente de consenso, que salga del fruto de la unidad. El candidato a presidente tendrá el respaldo de la bancada de CxL, tan buenos profesionales poseen la sociedad civil como CxL, así que no creo importante que la unidad se esté echando a perder solamente por elaborar una lista que no va a ser aceptada.
En Ecuador, el delfín de Rafael Correa, fue derrotado en la segunda vuelta, a pesar que había ganado fácilmente la primera porque la oposición presentó varios candidatos demócratas. En Nicaragua no tendremos esa segunda oportunidad para rectificar, con dos candidatos opositores a la Presidencia, el dictador gana tranquilamente como en 2006.
Si el remedo de reformas lo aprueban, la comunidad internacional condenará eso, pero no hará nada más, siempre debemos ir a las elecciones, nos gusten o no, miren Venezuela, Maduro sigue mandando, aunque le digan ilegítimo.
El autor es comentarista político.