Cuando me he comunicado cibernéticamente con mis compatriotas desde Estados Unidos es común que se quejen de lo complicado que están las cosas en Nicaragua. Pero igualmente muchos me señalan que las cosas también andan mal en Costa Rica. Según ellos el Gobierno del presidente Alvarado es impopular, la economía está averiada y hay manifestaciones continuas en contra del Gobierno por haber acordado un programa de austeridad con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mucho de esto es cierto. Sin embargo para comprender más ampliamente la realidad tica, les ofrezco abajo algunos insumos adicionales.
Primero, al igual que todos los otros países del mundo, 2020 fue un año duro para Costa Rica por el Covid y la depresión económica mundial. Esta ha sido la más profunda y pareja desde la década de los treinta del siglo pasado. Y en el caso de Costa Rica, la economía sufrió una contracción de 4.8 %. Esta cifra es alta, pero muy por debajo de la caída económica que sufrió el subcontinente Latinoamericano: 7.7 %. Según el FMI, la economía tica repuntará 2.1 % este año. Y ese crecimiento modesto continuará en 2022, permitiéndole a Costa Rica recuperar el terreno perdido económicamente en 2020.
Segundo, como es natural la prioridad número uno para el gobierno costarricense es domar la pandemia. En esta tarea ha adelantado mucho. Las autoridades ya han contratado el suministro de aproximadamente 7.1 millones de vacunas incluyendo más de 4 millones de vacunas Pfizer y un millón de Astra Zeneca. El programa de vacunación va “viento en popa” y el Gobierno pretende haber vacunado a todos los mayores de 18 años —incluyendo los nicaragüenses que allí se encuentran— para octubre de este año.
Tercero, la industria del turismo, que es importantísima para Costa Rica, fue fuertemente castigada por la cancelación de vuelos internacionales durante la pandemia. Pero en la medida que se van normalizando las cosas, han regresado los vuelos de las compañías aéreas incluyendo no solo las norteamericanas y de otros países americanos sino que también las europeas.
Cuarto, en otros “frentes” Costa Rica también está anotando. Por ejemplo, Reporteros Sin Fronteras recientemente publicó su ranking mundial de libertad de prensa. Los cuatro países que puntearon más alto fueron los nórdicos: Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Pero en quinto lugar ¡quedó Costa Rica! Por estos y otros indicadores, nuestro vecino sureño es conocido como la “Suiza latinoamericana” y tiene un acceso privilegiado a países del primer mundo. Quizás por esto, el primer mandatario latinoamericano que habló telefónicamente con el entonces presidente electo estadounidense, Joe Biden, fue Carlos Alvarado, de Costa Rica.
Cierro con un último comentario. Todos sabemos que Costa Rica no tiene ejército. Pero sí cuenta con una Fuerza Pública que incluye elementos paramilitares y un Guardacostas con corbetas. Según The World Almanac and Book of Facts de 2020, una fuete confiable, los gastos de defensa de Costa Rica son cinco veces mayores que los de Nicaragua. Y los nuestros son los más bajos de Centroamérica. Esto es interesante ¡y sorprendente, verdad!
El autor fue canciller de la República